Salvador Allende
( 1908 - 1970 )
Medicina / Dirigente Político(a)/Revolucionario(a)
Mundo Contemporáneo

En contexto

Salvador Allende Gossens nació el 26 de junio de 1908, en Santiago de Chile. Fue hijo de Laura Gossens Uribe, quien era una mujer muy católica y su padre fue Salvador Allende Castro quien estudió derecho y fue un abogado muy reconocido. Los primeros años de su vida los vivió en Tacna, a los 11 años se mudó con su familia a la ciudad de Iquique, no residió por mucho tiempo ahí, pues se mudó a Santiago para estudiar en el Instituto Nacional, sin embargo, solo estuvo un año ahí, pues se mudó a Valdivia con su familia, aunque para el año 1922 se fueron a Valparaíso, en donde vivió la mayor parte de su adolescencia y juventud, en dicho lugar terminó sus estudios en el Liceo Eduardo de la Barra. Estudió medicina en la Universidad de Chile y comenzó su vida política tras convertirse en presidente de la Federación de Estudiantes; en 1932 se tituló como médico cirujano y lo ejerció hasta 1936 en la Asistencia Pública de Valparaíso y en hospitales de Puerto Montt  (Biografía Salvador Allende, s/f). 

El interés de Allende por la participación política surgió cuando tenía 19 años y participó como presidente del Centro de Alumnos de la Escuela de Medicina. Amorós (2008) cuenta que se sumó a las movilizaciones contra la dictadura del general Ibáñez (1927 – 1931), por participar en aquellas actividades fue encarcelado y expulsado temporalmente de la Universidad. En 1933 fundó el Partido Socialista en donde tuvo cargos como secretario regional de Valparaíso en 1935, subsecretario general en 1938 y secretario general entre 1943 y julio de 1944. En 1938 fue diputado y dirigió la campaña de Pedro Aguirre Cerda; como diputado impulsó proyectos para mejorar las condiciones de vida del país (Amorós, M. 2008: 20). 

En 1951 dejó el Partido Socialista Popular para impulsar su candidatura a la presidencia de 1952 en donde lo apoyaron los socialistas. Para 1970 la Unidad Popular ganó las elecciones; por primera vez un marxista alcanzó el gobierno de un país mediante elecciones democráticas y con una coalición que agrupó a marxistas, laicos y cristianos (Amorós, M. 2008: 21-22).

Para el 21 de mayo de 1973 Allende defendió a la vía chilena al socialismo, sobre las libertades democráticas y le comentó al país sobre el peligro de la guerra civil; el 29 de junio fracasó el golpe militar y pronunció un discurso en donde expresó lo siguiente:

“Compañeros, ya sabe el pueblo lo que reiteradamente le he dicho. El proceso chileno tiene que marchar por los cauces propios de nuestra historia, nuestra institucionalidad, nuestras características y por lo tanto el pueblo debe comprender que yo tengo que mantenerme leal a lo que he que dicho; haremos los cambios revolucionarios en pluralismo, democracia y libertad…”  (Amorós, M. 2008: 24-25).

El 9 de septiembre de 1973 Allende explicó su intención de convocar a un plebiscito como una forma de poner fin al conflicto político que estaba atravesando Chile. Menciona Amorós que Pinochet se unió a la conspiración golfista y dos días después encabezó un golpe de estado en donde aniquiló la democracia (Amorós, M. 2008: 25). Así fue como el 11 de septiembre de 1973, Pinochet derrocó la democracia del país dando inicio a la dictadura en Chile que duró 17 años. La muerte de Allende tras el golpe de estado en La Moneda es vista como expresión de máxima consecuencia, capaz de defender los ideales humanistas con la propia vida (Lawner, M. y Hernán, S., 2008: 11).

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Contexto intelectual

Allende nació en una familia con un nivel socioeconómico favorable, en su adolescencia conoció a un zapatero anarquista en el puerto de Valparaíso quien le transmitió sus ideales sobre la emancipación humana. En su formación universitaria conoció el pensamiento marxista, participó en luchas estudiantiles que iban en contra de la dictadura del coronel Ibáñez; contribuyó a la formación del Partido Socialista de Chile en 1933, desde ese momento comenzó su lucha por la democracia y el socialismo (Amorós, M., 2008: 35).  A los 16 años, cuando conoció al zapatero sus conversaciones se aproximaron al estudio de lecturas esenciales del marxismo en donde también conversaron sobre Trotsky y sobre el estalinismo (Amorós, M. 2008: 15).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

Cuando Allende asume la presidencia de Chile en 1970, utilizó una estrategia llamada La vía Chilena al Socialismo, la cual es llamada de diversas maneras: “vía constitucional”, “vía democrática popular”, “vía parlamentaria”. Lo que se pretendía hacer mediante esa vía era una oposición al capitalismo anglosajón y a la democracia representativa, pues la estrategia de Allende consistía en evitar la violencia para que con el apoyo de los trabajadores organizados, los intelectuales y con respeto de la burguesía liberal llevar a cabo una estrategia que sea capaz de impulsar un proceso revolucionario a partir de la democracia burguesa (De la Fuente, A., 2011: 1013).

José Alberto de la Fuente cuenta que la contextualización internacional de la vía se vive en la Guerra Fría, por un lado, se tenía el modelo de democracia pluripartidista liberal capitalista de Estados Unidos, y por el otro, el modelo centralista democrático de la Unión Soviética. El contexto interno de Chile se veía impuesto por el modelo de la Revolución en Libertad del Partido Demócrata Cristiano, en donde se validaba la ideología del socialismo comunitario; es por tal motivo que se pueden analizar dos partidos: el Partido Comunista, que proponía una estrategia de “avanzar consolidando” y el Partido Socialista que propone “avanzar sin transar”, de esta manera el contexto en que se estaba viviendo posibilitó el debilitamiento de la propuesta de Allende (2011:1013). 

José Alberto de la Fuente menciona que “la Vía Chilena al Socialismo es un proyecto de la Unidad Popular, en donde se pretendía acceder al socialismo a través del sufragio y de la institucionalidad, los procedimientos y las categorías jurídicas de la burguesía tenían presente al pueblo representado en el Parlamento” (2011: 1014). La vía entonces, hace que retomando a la democracia se vea a un pueblo unido y con participación, libertad e igualdad entre cada una de las personas.

Allende hizo mención de la vía en diversos discursos y se veía con éxito su propuesta, pues al interior de Chile se comenzó a tener apoyo electoral a la izquierda a partir de 1952; el carácter democrático de la doctrina socialista y otros factores hicieron que a la luz del Programa de la Unidad Popular se diera a conocer la propuesta de Allende: consistía en una política no violenta; la forma en que veía la revolución no era para destruir, sino que en edificar y así tener distintos tipos de convivencia. 

Llegar a la presidencia en Chile mediante la vía electoral consistió en que se adoptaran medidas en donde se pudiera representar el camino hacia el socialismo, manteniéndose de manera estrecha con la democracia representativa y respetando las libertades públicas. Para Allende, la identidad nacional consistió en reconocer a Chile como un país en donde los ciudadanos pudieran expresarse de la manera en que quisieran, teniendo como base el respeto y tolerancia cultural, religiosa e ideológica, la discriminación racial no eran actos que se vivían a menudo  (De la Fuente, J., 2011: 1015). 

Allende hizo una intervención en el Senado en donde analizó los efectos que se estaban teniendo en la Segunda Guerra Mundial, sobre el destino de Venezuela así como las infancias; José de la Fuente menciona que Allende argumentó que:

“tornar democrática la democracia, significa, pues, hacer de la riqueza nacional un patrimonio de todos y  no de un grupo privilegiado; significa llevar la sanidad a todos los pueblos y villorrios del país; significa sembrar de escuelas el territorio y dotarlo de todos los medios y elementos culturales; significa brindarles asistencia social y médica a todos los chilenos, sin ánimo piadoso, sin exclusiones sectarias, con sentido solidario y patriótico. Significa, en fin, poner la Nación al servicio de todos los chilenos y organizar una Patria para la comunidad americana y la solidaridad mundial” (2011: 1015-1016).

En el año 1946 Allende venció a Gabriel González Videla, quien era un candidato a la presidencia Chilena y tenía apoyo de los comunistas y por presiones ocasionadas por la Guerra Fría se ilegalizó el Partido Comunista y se convocó  a la persecución de los militantes quienes fueron confinados desde 1948 (Amorós, M, 2008: 66). Con el Partido Socialista Popular, se reivindicó la independencia de clase y un «frente de trabajadores». 

Mario Amorós menciona que Allende afirmó que: “de los comunistas «los socialistas hemos sido sus más tenaces y permanentes adversarios»”. Buscaba que la libertad dada a partir de la organización social se viera reflejada en todas las personas, veía como una minoría quienes eran dueños del poder y veía por que los medios de producción fueran libres en términos políticos y económicos, pues era consciente de que en Chile la mayoría de los ciudadanos eran obreros de las industrias, campesinos, empleados; en otras palabras quienes “tienen como única herramienta para ganarse la vida la fuerza de sus brazos o de su inteligencia no son libres” (2008: 68).

La manera democrática en que fueron las elecciones de 1970 por las que llegó Allende a la presidencia apoyado por una agrupación de partidos de izquierda, la Unión Popular, fue muy representativa, pues en la última postulación obtuvo la mayoría con el 36% de los votos, le siguió Alessandri con 34.9% de los votos, como no tuvo la mayoría absoluta el Congreso ratificó las elecciones y fue hasta el 24 de octubre que con 153 votos fue elegido presidente (Biblioteca Nacional de Chile, s/f) . 

Salvador Allende menciona en su discurso tras  tomar posesión a la presidencia que: 

“Nuestro camino será aquel construido a lo largo de nuestra experiencia, el consagrado por el pueblo en las elecciones, el señalado en el Programa de la Unidad Popular: El camino al socialismo en democracia, pluralismo y libertad. […] Nuestro programa de gobierno, frenado por el pueblo, es muy explícito en que nuestra democracia será tanto más real cuanto más popular, tanto más fortalecedora de las libertades humanas cuanto más dirigida por el pueblo mismo”. 

En su segundo discurso realizado en 1972 mencionó que “avanzar en el camino de la democracia económica supone mayor igualdad social en el trabajo” de esta manera lo que se pretendía era que las personas tuvieran una equidad en torno a los ingresos y remuneraciones y así ver a la igualdad social a partir de que “(…) todos, o la inmensa mayoría de nuestros compatriotas, derroten el conventillo insalubre, la choza, la pocilga, la vivienda insalubre”. Para Allende era importante la igualdad social, pues de esta manera pretendía que todas las personas tuvieran satisfechas sus necesidades básicas como el trabajo, salud, vivienda, educación aunque también era consciente de la infraestructura de Chile en la que no era posible mantener. También veía importante la modificación de las leyes de seguridad social para darle más tiempo al subsidio de lactancia. 

Para Allende el camino de la democracia económica “implica organizar el poder económico y social de los trabajadores”. Significó también “organizar al pueblo para que esté presente en la justa distribución y ayuda al control de precios”.

Impacto de su pensamiento en la realidad

En la introducción del libro Salvador Allende: presencia en la ausencia 2008, se hace mención de que a partir de los procesos revolucionarios del siglo XX, “la experiencia chilena perdura en la memoria universal como una importante tentativa de realizar transformaciones estructurales por una vía inédita usando los mecanismos institucionales del régimen democrático existente” (Lawner, M. y Soto, H., 2008: 11). 

En el texto mencionado anteriormente, se hace hincapié en que cada día se incrementa el número de calles, avenidas, plazas, escuelas, bibliotecas, hospitales e incluso centros sociales que llevan su nombre no solo en Chile, pues incluso su nombre e historia de lucha por la democracia ha llegado a París (y otros países alrededor del mundo), contabilizando alrededor de 92 ciudades, 97 calles, plazas, parques o avenidas que llevan su nombre (Lawner, M. y Soto, H., 2008: 11).

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