Noam Chomsky
( 1928 - presente )
Letras-lingüistica-periodismo
Mundo Contemporáneo

En contexto

Avram Noam Chomsky nació en Filadelfia el 7 de diciembre de 1928. Sus padres, Ze’ev “William” Chomsky y Elsie Simonofsky, eran inmigrantes rusos. Chomsky asistió a la escuela Deweyite Oak Lane Country Day School y, posteriormente la Central High School de Filadelfia, considerado como un alumno destacado y partícipe de los clubs y sociedades, sin embargo, se sentía incómodo con los métodos de enseñanza jerárquicos y regimentados de la escuela (Barsky, 1998).

Su mayor influencia fue su tío, quien tenía un puesto de periódicos en Nueva York y las librerías de izquierda y anarquistas que gustaba visitar (Barsky, 1998), fue ahí donde se vio expuesto a los izquierdistas que determinaron su pensamiento.

Estudió en la Universidad de Pennsylvania, donde recibió las influencias de Zellig Harris, graduándose en lingüística en 1951. Posteriormente, pasó 4 años en la Universidad de Harvard y en 1955 recibió, de la Universidad de Pennsylvania el grado de Doctor en Filosofía. A partir de 1961 fue docente del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Asimismo, se convirtió en un importante activista político a partir de 1967, al ser testigo y fuerte opositor de la participación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam.

Chomsky ha recibido títulos honorarios de la Universidad de Londres, la Universidad de Chicago, la Universidad de Massachusetts, la Universidad de Pennsylvania, la Universidad de Georgetown, entre muchas otras. Asimismo, es integrante de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias y de la Academia Nacional de Ciencias. Recibió el Premio de Contribución Científica Distinguida de la Asociación Americana de Psicología (MIT, 2002).

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Contexto intelectual

El pensamiento de Noam Chomsky no se puede entender sin la educación que recibió en su infancia, fue criado en un hogar judío, donde aprendió hebreo, en una familia involucrada en el sionismo de izquierda, que constantemente debatía sobre la política del sionismo, lo cual dirigió sus estudios e inquietudes al mundo del pensamiento crítico (Guillén, s.f.).

Chomsky fue alumno de Zellig Harris, así como de Nelson Goodman; de igual modo fueron una fuerte influencia para él los filósofos Willard Van Orman Quine y J. L. Austin (Barsky, 1998).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

En una entrevista realizada a Chomsky en el año 1992, éste refiere la existencia de dos tipos de democracia:

Uno es el que nos lleva a afirmar que, en una sociedad democrática, por un lado, la gente tiene a su alcance los recursos para participar de manera significativa en la gestión de sus asuntos particulares, y, por otro, los medios de información son libres e imparciales. […] Una idea alternativa de democracia es la de que no debe permitirse que la gente se haga cargo de sus propios asuntos, a la vez que los medios de información deben estar fuerte y rígidamente controlados (Chomsky, 1992, Introducción).

Asimismo, en esta entrevista, titulada El control de los medios de comunicación (1992), Chomsky habla de Lippmann para fundamentar su “Teoría de la democracia del espectador”. Lippmann refiere a una democracia progresiva, bajo la comprensión de que existen dos clases de ciudadanos: en primera instancia, los ciudadanos que asumen algún papel activo en cuestiones del gobierno, entendida como la clase especializada. Esta clase se encuentra formada por personas que analizan, toman decisiones, ejecutan, controlan y dirigen los procesos de los sistemas ideológicos, económicos y políticos. Otra característica importante, es que constituyen un porcentaje pequeño de la población total (Chomsky, 1992, párrafo 6).

Existe otro grupo, en donde se encuentra la mayoría de la población, llamado el “rebaño desconcertado”, sobre el cual, el primer grupo, busca la toma de acciones y decisiones: “hemos de protegernos de este rebaño desconcertado cuando brama y pisotea […] de vez en cuando gozan del favor de liberarse de ciertas cargas en la persona de algún miembro de la clase especializada […] se espera de ellos que se apoltronen y se conviertan en espectadores de la acción, no en participantes” (Chomsky, 1992, párrafo 6).

Esta concepción resulta de suma importancia pues entonces tenemos un “rebaño” al cual se debe domesticar y se realizará mediante una nueva idea democrática: el consenso.

Los medios de comunicación, las escuelas y la cultura popular tienen que estar divididos. La clase política y los responsables de tomar decisiones tienen que brindar algún sentido tolerable de realidad, aunque también tengan que inculcar las opiniones adecuadas. […] Al resto del rebaño desconcertado básicamente habrá que distraerlo y hacer que dirija su atención a cualquier otra cosa. (Chomsky, 1992, párrafo 8)

Es, en este aspecto, donde Chomsky (1992), refiere al control de los medios de comunicación, serán estos los que controlen al “rebaño”:

La mayoría de los individuos tendrían que sentarse frente al televisor y masticar religiosamente el mensaje, que no es otro que el que dice que lo único que tiene valor en la vida es poder consumir cada vez más y mejor y vivir igual que esta familia de clase media que aparece en la pantalla y exhibir valores como la armonía y el orgullo americano (Chomsky, 1992, párrafo 15).

Este es el ideal, que, para alcanzar la democracia, el rebaño es un problema, sin embargo, será muy fácil evitar que “brame y pisotee” sólo es necesario distraer, mediante la transmisión de partidos de fútbol o películas violentas, así como dando eslóganes sin sentido continuamente como “Apoyad a nuestras tropas.” Chomsky (1992), refiere que también es necesario mantenerlos con miedo, en caso contrario podrían comenzar a pensar lo cual es sumamente peligroso ya que no tienen la capacidad de hacerlo. Por eso es de importancia distraerlos y mantenerlos marginados (párrafo, 16).

Chomsky (1992), considera que esta es la idea de democracia en Estados Unidos, que busca repetirla en otros países. En este tipo de democracia, se considera que hay una “crisis de la democracia” cuando grupos de la población se organizan de manera activa, como ocurrió en los años sesenta, donde la población estaba intentando participar en la política:

Según la definición del diccionario, lo anterior constituye un avance en democracia; según el criterio predominante, es un problema, una crisis que ha de ser vencida. Había que obligar a la población a que retrocediera y volviera a la apatía, la obediencia y la pasividad, que conforman su estado natural, para lo cual se hicieron grandes esfuerzos, si bien no funcionó. Afortunadamente, la crisis de la democracia todavía está vivita y coleando, aunque no ha resultado muy eficaz a la hora de conseguir un cambio político. Pero, contrariamente a lo que mucha gente cree, sí ha dado resultados en lo que se refiere al cambio de la opinión pública. (Chomsky, 1992, párrafo 21)

Acorde con Chomsky (1992), la crisis de la democracia debe encontrarse siempre activa para hacer frente a las imposiciones de los gobiernos que buscan el control mediático, la obediencia y la pasividad.

Por otra parte, en materia de política, Chomsky ha sido un gran crítico con el capitalismo. En sus primeros años como activista se le asociaba con la New Left y, junto a Edward S. Herman, propulsó un modelo propagandístico crítico con todo lo referente a la política exterior de Estados Unidos. “Su visión política y social del mundo ha sido una constante que ha trabajado siempre en paralelo con sus estudios en lingüística y ciencia cognitiva” (Budner, 2020, párrafo 15).

Chomsky ha descrito su política como anarquista, anarcosindicalista y socialista libertario, empleándose tanto en el anarquismo clásico como con la ideología marxista libertaria (Garland, 2009).

Respecto a la democracia, en una entrevista realizada por Muñiz y Pardo (2016), Chomsky responde que el apoyo a las democracias formales está cayendo puesto que no son verdaderas democracias. Refiere al hecho de que, en Estados Unidos, alrededor del 70% de la población está completamente desvinculado del proceso político, lo cual pone en relieve la correlación existente entre nivel económico y educativo y movilización política. “No es de extrañar que a la gente no le entusiasme la democracia” (Muñiz y Pardo, 2016). “En opinión de Chomsky existe una «falsa democracia». ‘En esta no debe permitirse que la gente se haga cargo de sus propios asuntos, a la vez que los medios de información deben estar fuerte y rígidamente controlados’” (Iglesias, 2015).

Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico

Chomsky es considerado como el padre de la lingüística moderna ya que creó un nuevo modelo de descripción del lenguaje (Budner, 2020). Reconocido como uno de los fundadores principales de la gramática transformacional-generativa, y reconocido internacionalmente como uno de los intelectuales públicos más comprometidos con la vida actual. Chomsky es un crítico de la política exterior estadounidense, de sus ambiciones de hegemonía geopolítica, así como el giro neoliberal que ha tomado el capitalismo global. Este último identificado como una de guerra de clases contra las necesidades e intereses de la gran mayoría (Garland, 2009).

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