En cuanto a los diferentes acontecimientos históricos que influyeron en la obra de Maquiavelo, de una manera general podemos resaltar en primer lugar el Renacimiento italiano, época marcada por la proliferación de los gobiernos absolutistas. Como un antecedente sobre la crítica hacia estos gobiernos tenemos las obras de filósofos de la Edad Media tardía como Guillermo de Ockham o Marsilio de Padua, quienes escribieron en contra de las tiranías de los monarcas. Los cambios políticos sufridos durante este periodo en Europa pueden resumirse de la siguiente manera:
El crecimiento del absolutismo significó la decadencia de la sociedad feudal. Significó también la inauguración de un período de transición entre las concepciones medieval y “moderna” del Estado y la soberanía […] Pero aunque la consolidación del poder centralizado y el incremento del absolutismo real no suponían necesariamente la aceptación del absolutismo en el plano de la teoría política, eran en sí mismos expresión del sentimiento de la necesidad de unidad en las cambiantes circunstancias económicas e históricas (Copleston, 1994, p. 296).
El pasaje anterior nos ayuda a comprender cómo era la época en la que vivió el filósofo. Sin embargo, de sus primeros años de vida se sabe muy poco. Apenas se tiene noticia de que nació el 3 de mayo de 1469 en Florencia y de que a una corta edad se convirtió en pupilo de un renombrado maestro de italiano. Se especula que asistió a la Universidad de Florencia y que allí recibió una excelente educación humanista. Su vida puede ser históricamente rastreada a partir de 1498 año en que se reunió con el Segundo Canciller de la República de Florencia y a partir del cual Maquiavelo inició una etapa como diplomático que duró 14 años. Posteriormente, la vida del filósofo fue marcada por los conflictos, entre la república y los Medici, por el control del reino de Florencia. Para contextualizar estos eventos, Florencia estuvo bajo un gobierno republicano a partir de 1494 cuando la familia Medici y sus aliados fueron despojados del poder. Este evento favoreció a Maquiavelo, pues se encontraba patrocinado por el gonfaloniere florentino Piero Soderini. Sin embargo, en 1512, con ayuda de las tropas papales, los Medici derrotaron a las fuerzas armadas de la república y disolvieron el gobierno. Maquiavelo sufrió las consecuencias de este cambio de régimen: inicialmente fue condenado a una forma de exilio interno, después fue hecho prisionero y torturado por varias semanas cuando fue encontrado sospechoso (equivocadamente) de conspirar contra los Medici en 1513. Después de sufrir tales infortunios, se retiró a su granja, a las afueras de Florencia, donde encontró la ocasión para perseguir sus propósitos literarios, fue en este periodo que produjo algunas de sus obras más significativas. Murió el 21 de junio de 1527 (Nederman, 2019).
Bandera
En el ámbito de lo intelectual, el filósofo florentino reinventó, a su manera original, una serie de manuales que fueron comunes durante su época en los que se trataba la cuestión de cómo habría de comportarse el gobernante ideal. Por otra parte, el pensamiento político de Maquiavelo estuvo atravesado por algunas ideas imperantes de la época, tanto para adoptarlas, como para reformularlas o criticarlas. Por ejemplo:
La concepción de un soberano que es la fuente de todo poder político –concepción que habían sostenido un puñado de juristas influidos por el derecho romano imperial y los partidarios extremistas del papado, que la habían transformado en teoría del derecho divino de los papas– pasó a ser en el siglo XVI una forma común de pensamiento político. (Sabine, 2009, p. 265)
Sin embargo, éste no era el caso de Italia, puesto que el poder papal mantenía esta región separada en diversos reinos: “Como la mayor parte de los italianos de su época, Maquiavelo consideraba que la iglesia era especialmente responsable de tal estado de cosas” (Sabine, 2009, p. 269). En consecuencia, el filósofo creyó mejor la instauración de un poder absoluto que fuera capaz de unificar todos los reinos de Italia.
Por otro lado, en lo concerniente a su doctrina sobre el Estado, Maquiavelo fue inspirado por Platón, filósofo cuyas ideas fueron difundidas ampliamente en el renacimiento italiano. Asimismo, Maquiavelo recuperó ideas de Aristóteles, pero esto lo hizo para tomar distancia del filósofo estagirita. Otros pensadores de la antigüedad en los que estuvo interesado fueron Jenofonte y Lucrecio. También se han estudiado las posibles influencias que la Biblia tuvo en su pensamiento (Honeycutt, s. f.).
La obra en la que Maquiavelo reflexiona sobre el gobierno y sus fines es El Príncipe. La opinión más difundida sobre esta obra es que en ella, Maquiavelo está a favor de la inmoralidad en los asuntos políticos. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Para esclarecer esta cuestión hay que tener en cuenta que, por una parte, Maquiavelo sí justificó la inmoralidad como parte de la política:
Maquiavelo daba por supuesto que la naturaleza humana es fundamentalmente egoísta, e indicaba al príncipe dónde se encuentran sus intereses y cómo podría realizarlos. La verdad del caso es que Maquiavelo admiraba al poderoso sin escrúpulos pero hábil, tal como le observaba en la vida contemporánea, política o eclesiástica, o en los ejemplos históricos; lo que él hizo fue idealizar el tipo. Según creía, sólo por medio de hombres así podía asegurarse el buen gobierno en una sociedad corrompida y decadente (Copleston, 1994, p. 301)
Copleston (1994), matiza esta idea y señala que para Maquiavelo el gobierno absoluto es necesario sólo cuando una sociedad se encuentra corrompida. Posteriormente, esta sociedad puede aspirar a convertirse en una república; pero para que esto sea posible tiene que precederle un gobierno firme que sepa conducir a su pueblo:
En una sociedad corrompida y decadente en la que el egoísmo y la maldad natural del hombre tienen abundantes oportunidades, donde la rectitud, la devoción al bien común y el espíritu religioso, están muertos o sumergidos por el libertinaje, la ilegalidad y la infidelidad, sólo un gobernante absoluto puede mantener unidas las fuerzas centrífugas y crear una sociedad fuerte y unificada. (p. 301)
En suma, Maquiavelo concibió a la monarquía como una etapa en la transición hacia la república. La república es superior a la monarquía, pero no puede ser implementada a la ligera. Antes de la república es necesaria la existencia de un gobernante que prepare a su pueblo para recibirla. Si bien en Maquiavelo no hay un tratamiento específico sobre la democracia, éste y sus demás aportes constituyen una parte importante de la historia del pensamiento político.
Hacia finales del siglo XVI, El Príncipe había sido traducido a la mayoría de las lenguas europeas y fue objeto de importantes disputas entre los círculos intelectuales europeos. Frecuentemente malinterpretadas, las ideas centrales de Maquiavelo fueron tan despreciadas que un nuevo término fue acuñado para referirse a ellas: maquiavelianismo. En nuestros días el término se refiere a una actitud cínica, mediante la que un político es justificado a emplear cualquier medio imaginable para conseguir el fin requerido (Borghini, 2020). Por otra parte, John Pocock, teórico político del siglo XX, en su libro The Machiavellian Moment: Florentine Political Thought and the Atlantic Republican Tradition señala que Maquiavelo influyó directamente en el constitucionalismo norteamericano (Nederman, 2019).
Borghini, A. (2020). Life, Philosophy, & Influence. Ver más
Copleston, F. (1994). Historia de la Filosofía (3ª ed., vol. III, M. Sacristán, ed., J. C. García Barón, trad.). Ariel. Ver más
Honeycutt, K. (s. f.). Niccolô Machiavelli. The Internet Encyclopedia of Philosophy. Ver más
Nederman, C. (2019). Niccolô Machiavelli (Edward N. Zalta, ed.).. The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Ver más
Sabine, G. H. (2009). Historia de la Teoría Política (2ª ed., Vicente Herrero, trad.). FCE. Descargar