Nancy Fraser
( 1947 - presente )
Filosofía
Mundo Contemporáneo

En contexto

Nancy Fraser nació el 20 de mayo de 1947 en Baltimore, Estados Unidos. Es una teórica crítica, feminista y profesora de filosofía en New School (Nueva Escuela) de Nueva York. Es ampliamente conocida por sus críticas políticas y por su trabajo filosófico sobre el concepto de justicia. Ha sido distinguida con doctorados honoris causa por parte de universidades de tres diferentes países. En 2010 ganó el Premio Alfred Schutz de Filosofía Social por parte de la Asociación Filosófica Americana. Actualmente es presidenta de la División del Este de la Asociación Filosófica Americana (Nancy Fraser, s. f.).

Acontecimientos históricos como la guerra de Vietnam influyeron en su vida y pensamiento de una manera importante. Durante su adolescencia, cuando más influida se hallaba por el marxismo no ortodoxo, y antes de dedicarse por completo a la academia, fue una activista en contra de la guerra. Su compromiso por el activismo político fue tal que llegó a cuestionarse seriamente si perseguir una carrera como intelectual, aunque finalmente optó por ésta (Laufer y Lee Downs, 2012).

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Contexto intelectual

La filósofa pertenece a la escuela de pensamiento conocida Teoría Crítica, su pensamiento encuentra cierta afinidad con la revisión crítica del marxismo que esta escuela buscó y con los análisis críticos sobre la sociedad de consumo realizados por pensadores como Theodor W. Adorno y Jürgen Habermas. Además, es conocida por su diálogo con Habermas sobre el tema de la esfera pública y por su diálogo con Axel Honneth en torno al concepto de reconocimiento (Laufer y Lee Downs, 2012).

Su pensamiento filosófico y político se ha desarrollado a partir de los grandes retos que enfrenta la sociedad contemporánea, tales como redistribución económica; reconocimiento cultural; participación política; el desacuerdo sobre la sustancia de la justicia en las sociedades contemporáneas; la trans-nacionalización de la esfera pública; neoliberalismo; feminismo y globalización, y la crisis del Estado de bienestar (Laufer y Lee Downs, 2012).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

Para entender las aportaciones de la filósofa al campo de la democracia es imprescindible tener en cuenta su propuesta en torno al problema de la justicia global, puesto que ésta comprende la representatividad de la comunidad política como parte constitutiva de lo que ella denomina ‘teoría tridimensional de la justicia’ (Fraser, 2008).

En su búsqueda de una nueva teoría de la justicia, lo primero que se pregunta es: ¿Cuáles son los límites de la justicia? Anteriormente se aceptaba la idea de un marco westfaliano, en el que una comunidad política era concebida como una unidad, con su territorio claramente delimitado, que por su soberanía no acepta intervención alguna del exterior. La filósofa cuestiona si el marco para lucha por la justicia continúa siendo el westfaliano. Pronto se da cuenta de que no: hay injusticias que trascienden las fronteras de los estados-nación (p. ej. los estados nación hacen sujetos de justicia a sus ciudadanos, pero esto genera la exclusión de todo acceso –institucional– a la justicia de aquellos que, como los migrantes, no son ciudadanos). Entonces hay que pensar más allá del marco westfaliano, pensar en un des-enmarque en el que ningún sujeto sea excluido de la justicia por fronteras estatales (Fraser, 2008).

No sólo ya no es válida la idea del marco westfaliano, sino que también no lo es la típica concepción de la justicia como balanza, advirtiendo que ésta se desmorona debido a la heterogeneidad presente en las diferentes luchas por la justicia. Unos grupos buscan redistribución económica, otros, reconocimiento cultural, y otros, representatividad política; de esto se sigue que la balanza ya no puede operar, puesto que cada lucha es completamente distinta de la otra. Entonces la cuestión no es si estamos o no a favor de la lucha por el reconocimiento o por la redistribución, la cuestión para todo intento por hacer una teoría de la justicia es la de definir cuál es la sustancia de la justicia: ¿redistribución, reconocimiento o representatividad? Ella responde que las tres cosas lo son, su propuesta es una teoría tridimensional de la justicia que comprenda estas tres luchas por la justicia, desde lo que ella denomina un marco post westfaliano (globalizado) (Fraser, 2008).

En lo particular, para el tema de la democracia, interesa la dimensión política de la justicia, en ella se tratan dos asuntos centrales: el de la participación paritaria de todos los miembros de la comunidad y el de la delimitación de la comunidad política. Este mundo globalizado hace que ni la comunidad sea representada de modo tal que participe paritariamente, ni exista una comunidad política delimitada que no excluya a nadie; por esto a la filósofa le interesa proponer un nuevo principio en el que los individuos sean todos sujetos de justicia no por ser ciudadanos en un marco westfaliano, sino por compartir un mismo marco institucional (gobernanza internacional) (Fraser, 2008).

Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico

El pensamiento de Nancy Fraser constituye un valioso aporte al pensamiento político contemporáneo, en la medida en que sus intereses siempre han ido de la mano con los más urgentes retos que enfrentan las sociedades contemporáneas (Laufer y Lee Downs, 2012). Además, su teoría tridimensional de la justicia para un mundo globalizado nos aporta valiosas claves no sólo para pensar los problemas políticos contemporáneos, sino para resolverlos en toda su complejidad.

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