Juan José Linz
( 1926 - 2013 )
Sociología
Mundo Contemporáneo

En contexto

Juan José Linz nació en 1926 en Bonn, Alemania. Su padre, Hans Linz, de origen alemán conoció a Pilar Storch de Gracia, española, en un hospital militar. Después de la Primera Guerra Mundial, la situación económica de la familia Linz se deterioraba significativamente, por lo que su madre aceptó una oferta para trabajar en el Centro de Estudios Históricos, en Madrid. En el otoño de 1932, Linz acompañó a su madre a España, despidiéndose a los cinco años de su padre, quien moriría no mucho después.

El contexto sociocultural de Linz resulta sumamente interesante pues nació en Alemania, de padre alemán, pero de madre española, por lo cual desde su infancia tuvo periodos de transición entre ambos países, sus culturas y sus lenguas. Asimismo, su investigación y obra se vieron influenciadas por experiencias históricas de suma relevancia como la crisis económica de la República de Weimar, la represión nazi, la quiebra de la Segunda República y los conflictos entre los distintos grupos del bando franquista en la Salamanca de la Guerra Civil (Montero, 2013).

Sin embargo, al estar cerca de Madrid, estalló la Guerra Civil Española, por lo cual regresaron nuevamente a Alemania para establecerse en Berlín a finales de 1937; ahí Linz vivió muy de cerca el nazismo alemán y la existencia de los campos de concentración nazi. Su madre decidió regresar a España, trabajando como voluntaria en una organización falangista dedicada a la asistencia social. Linz se afilió también a la organización juvenil del partido trabajando junto a su madre quien organizaba visitas a los barrios pobres y hacía con ella recorridos por todos los rincones de la ciudad, viendo con sus propios ojos el mundo de la pobreza en los suburbios de Salamanca (Miley y Montero, 2008).

Al terminar la guerra, continúan Miley y Montero (2008), madre e hijo regresaron a Madrid. En otoño de 1943, Linz se matriculó en la Facultad de Derecho y en la nueva Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, en la Universidad Complutense de Madrid, movido por su interés por la política y por los problemas sociales. Se volvió muy cercano a Francisco Javier Conde quien, a finales de los años 40, consiguió a Linz una beca para estudiar en el Departamento de Sociología de la Universidad de Columbia, Estados Unidos.

Miley y Montero (2008), refieren que Linz llegó a Manhattan en septiembre de 1950. En sus años en Columbia, Linz forjó una relación estrecha con Seymour Martin Lipset, quien dirigió su tesis doctoral y acabó convirtiéndose en mentor y amigo personal. Linz trabajó como Research Assistant para Robert Merton y William Goode, dos de los grandes sociólogos norteamericanos de la posguerra y colaboró con Richard Hofstadter, destacado historiador americano. En otoño de 1956, su mentor Seymour Martin Lipset fue nombrado profesor de Sociología Política en la Universidad de California en Berkeley y Linz se trasladó de nuevo con su mentor quien le consiguió un puesto como Research Assistant en el Institute for Labor Relations, donde Linz vivió una de las etapas de experiencias intelectuales más ricas de su vida.

Linz regresó a Europa, acorde a Miley y Montero (2008), después de terminar su tesis doctoral. Llegó a Francia en mayo de 1958, en plena transición entre la Cuarta y la Quinta República, aprovechando su estancia para analizar las manifestaciones de la caída de la Cuarta República y la subida al poder de De Gaulle. Los acontecimientos en Francia reforzaron las ideas de Linz sobre la importancia de la legitimidad y el papel clave del liderazgo en situaciones de crisis.

A su regreso a España se implicó en dos investigaciones distintas: la primera, una encuesta a la juventud; la segunda, un estudio sobre los empresarios. La implicación de Linz en la Encuesta de la Juventud fue clave. El resultado fue la primera encuesta española a escala nacional y un gran paso adelante hacia una sociología con base empírica en el País Vasco. Otra consecuencia directa de este proyecto fue el inicio de una colaboración con Amando de Miguel en un segundo proyecto pionero consistente en una encuesta a los empresarios españoles. En el diseño del cuestionario, Linz se acercó a las obras clásicas de Schumpeter sobre los “entrepreneurs” y, el hecho de llevar a cabo la encuesta despertó en Linz un interés especial por la diversidad de la estructura social de las regiones españolas (Miley y Montero, 2008).

En la primavera de 1966, obtuvo un contrato de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para diseñar y llevar a cabo un estudio sobre las élites locales y el cambio social en Andalucía. Después de la muerte de Franco, en noviembre de 1975, Linz consiguió apoyo financiero del German Marshall Fund para pasar casi dos años en Madrid, entre el otoño de 1976 y enero de 1978, y seguir así de cerca los pasos de la transición. En 1987 fue nombrado integrante del Comité Científico del Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales (CEACS) donde continuó allí su labor como director de tesis doctorales. Se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1987. Fue nombrado Doctor Honoris Causa por las Universidades de Granada (1962), Georgetown (1987), Autónoma de Madrid (1992), Philipps-Universität de Marburg (1992), Oslo (2000) y por la Universidad del País Vasco (2001) (Ribes Leiva, s.f.).

En 2000, Martha Peach, directora de la Biblioteca del Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales (CEACS), del Instituto Juan March, de Madrid, ofreció a Linz y Rocío, su esposa, la posibilidad de convertir su biblioteca, tan valiosa como única pero de difícil acceso, en un archivo ordenado, codificado, digitalizado y puesto gratuitamente a disposición de los investigadores de todo el mundo a través de Internet, lo que se convertiría, años después en el Archivo Linz sobre la Transición Española (Miley y Montero, 2008). Juan José Linz murió el 1 de octubre de 2013 en el Yale-New Haven Hospital, en Estados Unidos a los 87 años.

Mapa de ubicación

EUROPA

ALEMANIA

Bandera

Contexto intelectual

Linz fue inspirado por Aleksander Kesküla, quien le familiarizó con el mundo nórdico y con la Revolución rusa. También se vio influenciado por obras como Ideología y utopía, de Karl Mannheim, las principales obras de Weber y de Ferdinard Tönnies, Auguste Comte, Vilfredo Pareto y Georg Simmel, Hans Heller y Hans Kelsen. Leyó a Salvador de Madariaga, autor que despertó su interés por la historia española; de igual modo tiene una influencia importante de Kingsley Davis, que enseñaba Demografía y Sociología de la Familia desde la perspectiva del funcionalismo estructural (Miley y Montero, 2008).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

Sarquís (2001) hace una revisión del artículo Problems of Democratic Transition and Consolidation: Southern Europe, South America and Post-communist Europe (1996) de Juan Linz y Alfred Stepan; refiriendo que, para los autores, la democracia representa ante todo un estilo de vida al que no se puede llegar meramente por decreto. Destacan, las nociones de transición democrática completada y la de democracia consolidada:

La transición a la democracia está completa cuando se logra acuerdo suficiente en torno a los procedimientos políticos para producir un gobierno electo; cuando un gobierno resultante de un voto libre y popular llega al poder; cuando este gobierno tiene la autoridad de facto para generar nuevas políticas, y cuando las ramas ejecutiva, legislativa y judicial creadas por la nueva democracia no tienen que compartir el poder con otros cuerpos de jure. (p.179)

Linz y Stepan mostraron, de acuerdo con Sarquís (2001) que el mero cambio de régimen no es garantía de democracia. Existe un proceso de consolidación el cual se aprecia en distintos niveles:

  • Conducta: la democracia se vuelve la única forma de acción política válida en la comunidad, cuando ningún grupo político intenta suprimir al régimen o separarse del Estado.
  • Actitud: se sabe que hay democracia cuando, ante severas crisis, la inmensa mayoría considera que cualquier cambio debe surgir dentro de los parámetros establecidos por la democracia.
  • Constitucional: la democracia se convierte en la única forma de acción política válida cuando todos los involucrados se habitúan al hecho de que el conflicto político se resuelve por la vía de normas establecidas y que las violaciones resultan costosas e ineficientes.

Aunado a esto, Linz y Stepan refieren que una auténtica democracia es más que elecciones libres y economía de mercado; la democracia es una forma de gobierno que dirija la conducción de un Estado, por lo cual, si no hay Estado no puede haber democracia consolidada. Asimismo, Sarquis (2001), refiere que los autores señalan cómo, aun cuando exista el Estado, antes de hablar de democracia se deben cubrir otros cinco requisitos básicos:

  1. Condiciones adecuadas para el desempeño de una sociedad civil libre y activa.
  2. Una sociedad política madura y relativamente autónoma.
  3. Un régimen legal sólido que garantice las libertades democráticas.
  4. Una burocracia institucional que apoye a ese régimen democrático en sus funciones.
  5. Una sociedad económica institucionalizada.

Linz analizó también los problemas de la democracia, o de su ausencia, comprendiendo que existen factores como la modernización social, la persistencia de las tradiciones, el alcance de la construcción nacional previa, el plurinacionalismo, la eficacia del Estado y las actitudes de las elites, ente otros; que propician o dificultan las democratizaciones. Asimismo, comprendió la existencia de mecanismos institucionales que hacen que el proceso democrático funcione bien, se perciba como legítimo y se consolide (parlamentarismo, federalismo, etc.) y, del mismo modo, la existencia de procesos que llevan a su deslegitimación, ineficiencia, inestabilidad y quiebra, incluyendo movimientos ideológicos como el fascismo y los nacionalismos extremos (Molina A. de Cienfuegos, 2013).

La democracia parlamentaria y constitucional, fundamento e institución central de las sociedades de bienestar fue vista por Linz como la genuina expresión legítima de la voluntad popular. Linz consideró que es el sistema óptimo para regular las relaciones y conflictos entre el estado y los ciudadanos. Asimismo, la democracia junto con los derechos humanos, son el mejor ejemplo moral contra los regímenes autocráticos. Para Linz, la democracia hace a la sociedad y viceversa (Departamento de Sociología I, 2013).

Por otra parte, Linz (1990), explicó que usualmente la transición a la democracia comienza con un suceso dramático que tiene como resultado el compromiso de los gobernantes o bien, ser resultado de una insurrección. Dicha transición, culminará con la celebración de elecciones libres, la convocatoria de un nuevo parlamento o la inauguración de un nuevo presidente electo. Sin embargo, hasta que los representantes electos creen o restauren un marco constitucional básico definiendo las funciones de los distintos órganos de su gobierno, no se puede considerar que la democracia esté completamente establecida.

Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico

Gracias a su trabajo, se realizó la primera encuesta española a escala nacional. Fue uno de los sociólogos españoles más influyentes del siglo XX, y uno de los primeros en ampliar estudios en los Estados Unidos de América. Se creó la “Escuela de Linz”, formada por varios e importantes discípulos suyos, como Juan F. Marsal, J. González Anleo, A. López Pina, A. de Miguel, J. J. Toharia, J. de Miguel, y también J. Castillo y J. Cazorla. Asimismo, realizó importantes estudios de sociología política y análisis de los sistemas políticos, especialmente sobre los regímenes autoritarios y los totalitarismos (Ribes Leiva, s.f.).

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