John Stuart Mill
( 1806 - 1873 )
Filosofia
Siglo XIX y principio del XX

En contexto

El siglo XIX marcó el apogeo del imperio británico. Después de la derrota de Napoleón, el imperio tenía pocos rivales serios en Europa. Así, Inglaterra vivió un periodo de paz que duró 100 años, comprendido desde 1815 hasta el inició de la Primera Guerra Mundial. Además de que sus colonias a lo largo del mundo le dejaron grandes ganancias. Por otra parte, la revolución industrial se encontraba en su esplendor, las ciudades crecían a causa de las fábricas (Domeyer, s. f.).

John Stuart Mill nació el 20 de mayo de 1806. Fue un filósofo, economista y exponente del utilitarismo inglés. Fue hijo de James Mill, historiador, economista y filósofo, quien lo educó bajo estricta disciplina. A los ocho años ya leía griego antiguo y tuvo una gran aproximación a los clásicos, tales como Jenofonte, Diógenes Laercio, Isócrates, Platón, entre otros. También a esta edad, fue un gran lector de la historia inglesa y comenzó sus estudios del latín. Durante su infancia estudió a economistas clásicos como Adam Smith y David Ricardo (Anschutz, 2020).

Ingresó a trabajar a la East India Company y allí permaneció muchos años. Antes de cumplir los 20, Mill ya publicaba sus opiniones en torno a la libertad o a la justicia en un par de periódicos ingleses. Así continuó su vida como intelectual y no fue sino hasta la cuarta década del siglo XIX que comenzó a escribir libros sobre lógica, economía política, ética y filosofía política. Murió el 8 de mayo de 1873, días antes de cumplir 63 años (Anschutz, 2020).

Mapa de ubicación

EUROPA

INGLATERRA

Bandera

Contexto intelectual

El pensamiento de John Stuart Mill está determinado tanto por sus propias inclinaciones intelectuales como por su experiencia personal. Como lo apunta Sabine (1976), el filósofo inglés pasó muchos años bajo la tutela intelectual de su padre, mismos en los que: “fue sometido al adoctrinamiento más dogmático y la ‘imposición’ educacional más extrema que haya sufrido jamás un hombre” (p. 512). Sin embargo, Mill conseguiría su libertad intelectual tras la muerte de su padre, cuando tenía 30 años. Fue hasta este momento que logró desarrollar su propio enfoque sobre cuestiones éticas.

El pensamiento del filósofo se tornó ambivalente, puesto que conservó su lealtad hacia la filosofía que aprendió de su padre y de Bentham y al mismo tiempo desarrolló cierta inclinación hacia la filosofía de Wordsworth, misma que era antitética a la doctrina que aprendió durante sus primeros años. Así, como lo expone Sabine (1976) en el siguiente pasaje, Mill tomó en consideración ambas corrientes cuando escribió sus obras. Por un lado, presentó de manera casi dogmática lo aprendido durante su juventud, y, por el otro, ofreció sus consideraciones propias a modo de revisión o crítica:

El pensamiento de Mill tenía todas las características de un periodo de transición en el que los problemas ha superado al aparato susceptible de solucionarlos. Sin exagerar demasiado, podría decirse que sus libros siguieron una fórmula. En casi todos los temas, comenzaba con una declaración general de principios que, literalmente y en sí misma, parecía tan rígida y abstracta como cualquiera de las cosas escritas por su padre. Pero, después de declarar su fidelidad a los dogmas ancestrales, Mill procedía a hacer concesiones y replanteamientos de tanto alcance que un lector crítico podía dudar si no quedaba negada así la declaración original. (p. 513)

En suma, la originalidad de la obra de Mill reside en la revisión que hizo de la filosofía utilitarista, en gran medida del individualismo egoísta de Bentham: “La importancia de la filosofía de Mill consistía en su separación del sistema que seguía afirmando apoyar y, por tanto, en las revisiones que hacía a la tradición utilitarista” (Sabine, 1976, p. 514).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

Sobre la Libertad constituye una valiosa aportación de Mill no sólo a la teoría democrática sino a la humanidad, pues este libro contiene lecciones y plantea problemas que hoy en día siguen discutiéndose en numerosas universidades a lo largo del mundo occidental.

En lo siguiente, tomaremos el principio de autonomía individual defendido por el filósofo y lo mostraremos como uno de sus aportes a la historia de la democracia. John Stuart Mill expuso que la sociedad está compuesta por la suma de la pluralidad de individuos, quienes deben desarrollarse libremente en su interior (siempre dentro del marco de no dañar a otros), por esta razón privar a un solo individuo de su libertad constituye un perjuicio para toda la sociedad. En orden de garantizar la libertad, el Estado nunca debe imponerse a los hombres en tanto que individuos, ni por la fuerza, ni por medio de la ley.

Existen tres libertades fundamentales para toda sociedad que se llame completamente libre: i) “dominio interno de la conciencia” que implica la libertad de expresión y pensamiento; ii) libertad de gustos que implica “libertad de desarrollar nuestra vida siguiendo nuestro modo de ser, hacer lo que nos plazca, sujetos a las consecuencias de nuestros actos” (Mill, s. f., p. 29), y iii) libertad de asociación para la consecución de determinado fin.

Finalmente, el autor trae a discusión aquello que se presenta como problemático a partir del principio propuesto, esto es: que nunca se puede saber hasta qué punto el Estado puede permitir la libertad de los individuos. De lo que no cabe duda para Mill es que el Estado tiene que esforzarse constantemente para garantizar que todos los seres humanos puedan expresar su individualidad libremente.

Impacto de su pensamiento en la realidad

Los libros de John Stuart Mill son hoy en día objeto de discusión académica. Además de que sus aportes en filosofía política han trazado el camino del liberalismo en el siglo XIX.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

17 + 11 =