John Maynard Keynes
( 1883 - 1946 )
Economía
Mundo Contemporáneo

En contexto

John Maynard Keynes nació en 1883, mismo año en que murió el filósofo alemán Karl Marx. Su padre fue un economista y académico administrativo en el Colegio del Rey, Cambridge. Su madre fue una de las primeras mujeres graduadas de la misma universidad, a la que Keynes ingresó en 1902 (The Editors of Encyclopaedia Britannica, 2020).

A partir de 1909 se convirtió en un funcionario público, aceptando un trabajo en la Oficina de India en Whitehalll. Posteriormente regresó a Cambridge, donde se desempeñó como profesor de economía hasta 1915. Con el desatamiento de la Primera Guerra Mundial, regresó a trabajar para el gobierno, pero esta vez en la Tesorería (The Editors of Encyclopaedia Britannica, 2020).

El Tratado de Versalles, que impuso políticas de bloqueo a la derrotada Alemania, lo afectó negativamente. Keynes convirtió sus malestares personales en una protesta publicó y en 1919 salió de las imprentas su ensayo polémico Las consecuencias económicas de la paz, obra que alcanzó gran popularidad.  Esto le provocó ser mal visto entre algunos círculos de Whitehall; pero en Cambridge éste no era el caso, allí fue estimado como el estudiante más brillante de su generación, aunque renunció a su cátedra después de la publicación de Las consecuencias económicas de la paz, si bien se mantuvo cercano a dicha universidad (The Editors of Encyclopaedia Britannica, 2020).

En 1926 se casó con Lydia Lopokova, una bailarina rusa. Su obra más famosa, Teoría general del empleo, el interés y el dinero, fue publicada en 1936 y se convirtió en una gran influencia para el pensamiento económico posterior. Durante la Segunda Guerra Mundial, jugó un rol decisivo en las negociaciones que bosquejarían el orden económico internacional de la posguerra. En 1944, estuvo al frente de la delegación británica en la conferencia Bretton Woods en Estados Unidos. En la conferencia, jugó un papel importante en la planeación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Murió en abril de 1946.

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Contexto intelectual

Durante su etapa universitaria en Cambridge, Keynes fue influenciado por el economista Alfred Marshall, quien lo animó a cambiar sus intereses académicos de las matemáticas y los clásicos a la política y a la economía (The Editors of Encyclopaedia Britannica, 2020). Asimismo, estuvo involucrado con el grupo Bloomsbury, que reunió a escritores y artistas de la talla de Virginia Woolf, E. M. Forster y Lytton Strachey (Leach, 2008). Dentro de sus aportes intelectuales más notables, destaca que inauguró la macroeconomía con la publicación de su magnus opus, Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

El pensamiento democrático de John Maynard Keynes se encuentra estrechamente ligado a la economía, puesto que entendió que la democracia no es posible sin la intervención del Estado para resolver los grandes conflictos económicos. Si el Estado no interviene en la economía se genera desestabilidad:

Creyó que la intervención era necesaria para proteger el gobierno democrático y los valores liberales, puesto que (1) el sistema económico no se auto-estabiliza y (2) la inestabilidad pone en peligro el orden político-social, incluyendo la democracia (Waligorski, 1994, p. 82)

Keynes no consideró –como sí hizo Adam Smith– que el sistema económico sea automático, ni que se auto-estabilice, ni que es guiado por una mano invisible. Sí se cree que lo es y no se interviene para subsanar sus más profundas desigualdades, entonces surgen grandes desigualdades económicas que ponen en peligro la estabilidad del orden político y económico: “Los problemas económicos irresueltos debilitan la habilidad que tienen los sistemas democráticos para responder ante alguna emergencia, destruyendo el apoyo popular a la democracia, poniendo en peligro al capitalismo y a la democracia” (p. 82)

Keynes pensaba que el libre mercado sólo trae consigo desigualdad que se traduce en inestabilidad política, para él la intervención del Estado en la economía posibilita la estabilidad, en otros términos, la democracia. Así, podemos enumerar algunos de los puntos que el Estado debe garantizar en lo económico para asegurar la estabilidad: “Empleos, baja inflación, no deflación, estabilidad económica, menos pobreza y más igualdad económica proveen las bases materiales para la democracia, la estabilidad política y la paz” (p. 83).

Para el economista inglés, la democracia requiere una preocupación sustantiva por la justicia social, la igualdad y las relaciones entre clases. Resolver estos problemas económicos supone una reforma del individualismo económico con una intervención inteligente y colectiva: “El individualismo económico tenía que ser purgado de sus abusos y defectos, incluyendo la desigualdad excesiva, a la vez que se protegen sus valores esenciales: eficiencia, descentralización libertad personal, libertad de elección, etc.” (p. 84)

Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico

El pensamiento económico de John Maynard Keynes repercutió en la historia económica, particularmente durante la crisis de 1929, haciendo valiosos aportes que contribuirían a una solución. Además, tuvo un notorio impacto en la economía en tanto campo del conocimiento, inaugurando una tradición de pensamiento económico con sus trabajos:

Algunos de sus seguidores han tratado de formalizar un modelo keynesiano matemáticamente. Keynes, pese a su formación en Estadística y otros campos de las Matemáticas, no era muy partidario de la matematización de la Economía, pero sí muchos de sus seguidores. Otra línea de seguimiento del pensamiento keynesiano es la que busca fundamentar los modelos de inspiración keynesiana en el estudio de las decisiones de los individuos, en lo que se denomina Microeconomía, que hoy es la pieza clave de todo el análisis económico

En suma, Keynes fue un pensador de gran relevancia tanto en el plano de lo teórico, inspirando a economistas posteriores, como en el de lo político, por medio de sus diversas contribuciones en política económica.

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