Giovanni Sartori
( 1924 - 2017 )
Sociología
Mundo Contemporáneo

En contexto

La vida y obra de Sartori, se vio influenciada por procesos políticos e históricos como el fascismo en Italia, la Segunda Guerra Mundial, la caída de la URSS, entre muchos otros. Incluso fue ávido crítico del gobierno de Bush en Estados Unidos, así como de la guerra en Irak. Todos estos eventos dirigen su obra hacia el estudio comparativo de la política, el análisis de la democracia y los sistemas de partidos políticos (Verdú, 2007).

Giovanni Sartori nació el 13 de mayo de 1924 en Florencia, Toscana, Italia. Estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Florencia en 1946 así como tres doctorados, en Ciencias Políticas, en Historia de la Filosofía Moderna, 1954, y en Teoría del Estado, 1955.

Inició como profesor adjunto, en la Universidad de Florencia en la materia de Historia de la Filosofía Moderna de 1950 a 1956, fue profesor asistente de Ciencias Políticas hasta 1963, culminando como profesor de Sociología hasta 1966; posteriormente, impartió Filosofía y Ciencias Políticas hasta 1976. Alternó su labor docente con estancias en Estados Unidos, donde impartió cátedras en la Universidad de Stanford hasta 1979. Fue docente de la Universidad de Columbia, en Nueva York, hasta 1994, ocupando la prestigiada Cátedra Albert Schweitze; fue nombrado profesor emérito en dicha Universidad y finalmente regresó a la Universidad de Florencia donde fungió como catedrático un par de años más en la materia de Ciencias Políticas en el periodo de 1992 a 1994 (Enciclopedia histórica y biográfica de la Universidad de Guadalajara, s.f.)

Fue investigador en el American Enterprise Institute en Washington, así como en la Fundación Rusell Sage de Nueva York en 1988 y colaboró en las Fundaciones Ford y Guggenheim. Se le nombró decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia en 1969, así como fundador y editor de la Revista Italiana de Ciencia Política, 1971-2003. De mismo modo, fue miembro del Comité Ejecutivo del Consorcio Europeo para la investigación política durante los años de 1973 a 1976. El 4 de abril de 2017 falleció en Roma, Italia.

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Contexto intelectual

Fue ávido lector de filósofos como Hegel, Karl Marx y Kant, quienes se ven reflejados en sus obras. Asimismo, fue un analista importante de la obra de Benedetto Croce (Verdú, 2007).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

En la obra ¿Qué es la democracia? (1993), Sartori reflexionó sobre la democracia a través del pensamiento de Aristóteles, Locke, Rousseau, Marx y Tocqueville. Asimismo, analizó el liberalismo y la libertad, la relación entre política y economía, y la distinción entre revolución y reforma. Sartori (1993) comenzó este texto buscando una definición pertinente sobre la democracia, pues analiza que se puede definir desde el vocablo griego que refiere a kratos (poder) y demos (pueblo).

Sin embargo, definir democracia es mucho más complejo pues la democracia también está para algo y en la definición etimológica no se toma en cuenta esta función de la democracia. “Un sistema democrático es ubicado por una deontología democrática y ellos porque la democracia es y no puede ser desligada de aquello que la democracia debería de ser” (Sartori, 1993, p. 119).Sartori (1993), regresó al análisis de democracia de Tocqueville aseverando que la democracia no es lo contrario a un régimen opresor, sino a la aristocracia pues ésta refiere una estructura social horizontal, en vez de vertical. De acuerdo con esto, es posible manejar el concepto “democracia social” como “el conjunto de las democracias primarias, pequeñas comunidades y asociaciones voluntarias concretas que se alimentan de la democracia a nivel de base, a nivel de sociedad civil” (p.120). Asimismo, encontramos en Sartori (1993), otro tipo de democracia llamada “democracia económica”, la cual puede ser comprendida como democracia en el lugar de trabajo y en la organización y gestión del trabajo (p. 121).

Batista (2005), en su análisis de la democracia de Sartori refiere que éste plantea una definición simple pero concreta de lo que él entiende como democracia: “un sistema político, en donde el poder del pueblo se ejerce sobre el pueblo. El pueblo se convierte al mismo tiempo en sujeto y objeto” (párrafo 8).

Castaño (2008), realiza a su vez un análisis de la democracia en Sartori y refiere que éste indagó el concepto de democracia estableciendo un vínculo importante con el fundamento de legitimidad. La cuestión de la legitimidad del poder en Sartori refiere al modo en que a él se accede, o a las vías de la investidura dando una importancia relevante a la legitimidad política. Asimismo, Castaño (2008), relata cómo en su obra, Sartori analiza los distintos tipos de gobierno en comparación con su concepción de la democracia: referente al absolutismo, Sartori comprende que ése no es un tipo de gobierno contrario a la democracia “toda vez que una democracia ‘pura’ bien puede resultar absoluta. Es más: la (sola) legitimación democrática, en realidad, confiere al poder un fundamento absoluto, más allá del cual ya no cabe apelar” (p. 268).

Respecto a la autocracia, es en ésta donde el autor encontró el antónimo de democracia, es decir, su negación lógica y conceptual. La autocracia es presentada como la pretensión de proclamarse jefe a sí mismo. La diferencia con la democracia radica, para Sartori, es el principio de investidura, que se identifica con el principio mismo de legitimidad. Mientras la investidura democrática supone elecciones “libres, competitivas y no fraudulentas”, todo régimen cuyos titulares no surgen de tales elecciones se clasifica como no-democracia. (Castaño, 2008)

Castaño (2008), concluye que la democracia en Sartori: a) Implica un supuesto de identificación de la legitimidad con la democracia en la elección popular; b) No existe otro principio de legitimidad fuera de aquél de la investidura electiva; c) No existe incompatibilidad de democracia con absolutismo y totalitarismo; d) Afirmación final de que el modo de investidura consensual-electivo, desemboca en los principios del sistema constitucionalista.

Por lo tanto, la democracia y la legitimidad en Sartori implica que “la democracia representativa del constitucionalismo funda su legitimidad en la afirmación de que la titularidad del derecho a la soberanía en el Estado radica en el pueblo” (Castaño, 2008, p. 273).

Uno de los principales conceptos forjados por este autor es el de Homo Videns, el cuál refiere a un hombre que mira la televisión y pierde la capacidad de entender la realidad, que a su vez es deformada por la pantalla (Batista, 2005). El Homo Videns se convierte en un hombre que pierde la capacidad de abstracción, con escasa capacidad de raciocinio. Es decir, un animal simbólico que ya no tiene capacidad para sostener el mundo construido por el homo sapiens (Batista, 2005).

Conforme al portal InfoAmérica (s.f.), en la teoría de Sartori del Homo Videns, el predominio de la televisión en la formación de la opinión pública está formando una ‘videocracia’, la cual alimenta de “sustancia vacía la democracia como gobierno de opinión”. El predominio del ver atrofia la capacidad de entender, esta socialización audiovisual anula la capacidad de abstracción y atrofia la función del intelecto. Para Sartori, la televisión, en términos culturales y de valores, destruye mucho más de lo que transmite: “La televisión premia y promueve la extravagancia, el absurdo y la insensatez y multiplica al homo insipiens” (Sartori, 1998, p. 148).

La idea más importante del Homo Videns de Sartori, se encuentra ligada a la sociedad democrática, sobre la cual tiene efectos negativos:

La democracia parte de la existencia de un electorado con capacidad de elección. Sin embargo, la televisión cambia el escenario, ya que sus estímulos de opinión no reflejan la realidad. Cuando los políticos toman en consideración los sondeos de opinión, ésta es, en realidad, la expresión de la agenda y los valores que la televisión ha suministrado a la audiencia. (InfoAmérica, s.f., Apartado El Pensamiento)

Para Sartori, la televisión ofrece menos contenidos y peor contextualizados de lo que ofrecen otros medios; de igual modo banaliza, empobrece y falsea la información. El compromiso de los ciudadanos con la democracia se ve diluido ante el espectáculo de lo visual y el dominio de la televisión, está basado justamente en la información pobre y falta. Para que exista democracia, los ciudadanos deben estar informados; el conocimiento de las distintas opciones que les son accesibles es la fuente de la reflexión, de la crítica y de las decisiones que tomen (Espinoza, 2017).

Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico

Sartori hizo grandes aportaciones al análisis de los partidos políticos, la democracia, la ingeniería constitucional y la influencia de la televisión en la política, temas en los que ejercitó el pensamiento sistemático y la lógica. En sus estudios exploró la formación de conceptos y definiciones politológicas y el análisis comparativo en la explicación de la política en democracia (Espinoza, 2017).

Por otra parte, buscó comprender los sistemas democráticos de Occidente analizando la pluralidad social del presente. Sus contribuciones a la ciencia política de las dos últimas décadas han sido fundamentales para asumir la diversidad de las sociedades complejas y evitar así la fragmentación del cuerpo social (Cuartas, 2005).

Asimismo, Sartori impulsó la creación de la primera Facultad de Ciencias Políticas en Italia, la Cesare Alfieri. (InfoAmérica, s.f.)

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