Evgeny Morozov
( 1984 - Presente )
Tecnología, política, solucionismo tecnológico, internet, capitalismo
Mundo Contemporáneo

En contexto

Evgeny Morozov nacido en 1984 en Soligorsk Bielorrusia es un investigador, escritor, profesor y activista sobre los problemas del mundo digital, la revolución digital, el internet y su política. Se graduó como licenciado en economía y administración de empresas por la Universidad Americana de Bulgaria y se doctoró en Historia de la Ciencia por la Universidad de Harvard. Ha sido profesor invitado en la Universidad de Standford, así como en la Edmund A. Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown, además es integrante de la American Academy de Berlín. Su trabajo es publicado con regularidad en diarios como el New York Times, Financial Times, The Wall Street Journal y The Guardian en los que trata la era digital, las plataformas sociales de internet, el big data y la política detrás de las relaciones de poder que se inscriben en la digitalización de la sociedad.

Publicó su primer libro en 2011, “El desengaño de internet: los mitos de la libertad en la red” en el que hace un recuento preciso sobre la evolución de la vida digital en las sociedades del mundo, los problemas políticos que las plataformas sociales han desatado y la necesidad de politizar las consecuencias políticas de la era digital.

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Contexto intelectual

Evgeny Morozov comenzó su estudio sobre el Tecnocapitalismo (entendido como el modo particular del sistema de producción económico asociado a los cambios relacionados al crecimiento exponencial de las tecnologías aplicadas a todos los ámbitos de la vida) al estudiar las dinámicas del Silicon Valley – hogar de las empresas tecnológicas más grandes y reconocidas del mundo- y observar que el modelo de “mentalidad del silicio”, cada vez más inserto en la forma de hacer sociedad, estaba guiándonos hacia una búsqueda de perfección tecnológica, en la que la tecnología de mayor innovación podía resolver todos los problemas humanos bajo el liderazgo de las corporaciones tecnológicas más importantes del mundo.

Sin embargo, para Morozov, el fomento a la eficacia, certeza, transparencia y perfección lo que ha hecho es crear un escenario peligroso para las libertades humanas pues éstas también se componen de opacidades, imperfecciones y errores que en el intento de ser eliminados ponen en riesgo de transgresión a la libertad. Menciona:

Dado que reformula todas las situaciones sociales complejas como problemas con definición clara y soluciones definitivas y computables, o como procesos transparentes y obvios a primera vista que pueden optimizarse sin mayor esfuerzo, es probable que esta búsqueda tenga consecuencias inesperadas y termine causando más daño que soluciones. (Morozov, 2013)

A esta situación Morozov la denomina como solucionismo. Relacionado con el tema del internet, el solucionismo tecnológico se presenta como la imparable carrera por la creación de Apps (herramientas de software que a través de diversos lenguajes de programación que son ejecutables en dispositivos móviles inteligentes y que tiene multiplicidad de usos desde entretenimiento, social, comunicacional, etc), que sean capaces de atacar -aunque sólo superficialmente- los problemas sociales, económicos e inclusive políticos. Para el autor, las consecuencias políticas de este acercamiento son múltiples, pero destaca el hecho de que se crean soluciones con base en el mercado y la alta privatización, aportando a la escisión entre lo individual y lo colectivo y eliminando el nivel de análisis de lo social.

Como Morozov denomina, la “doctrina Google” se instaura como una perspectiva desde la cual se le concede a la tecnología un poder liberador que, dado el contexto de la sociedad digital, es cada vez más atractivo para los diseñadores de políticas públicas. Ante este panorama el autor se posiciona escépticamente, critica el rol que juegan las grandes empresas tecnológicas pues no considera que la tecnología sea la resolución a los grandes problemas sociales, al contrario, acuña el término “tecno-feudalismo” para referirse al poder que grandes empresas como Facebook, Google o Amazon ejercen sobre las decisiones individual a través del uso de grandes cantidades de datos que extraen de los usuarios de las plataformas y que usan para perfilar el control de la opinión pública y las influencias políticas. 

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

A diferencia de las ideas difundidas por la perspectiva del solucionismo, que exagera el papel positivo que las multinacionales desempeñan en la democratización del mundo, la perspectiva de Evgeny Morozov es la del escepticismo. Morozov reconoce que la nueva forma de organizarse a través de las redes sociales y la digitalización de la sociedad ha tenido impacto para la movilización social, por ejemplo como relata en su libro El desengaño de Internet, Twitter -hoy X- jugó un rol contundente en las manifestaciones Iraníes organizadas y detonadas a partir de unos cuantos tuits en junio de 2009 o, por lo menos eso fue lo que se  profesó a en la inmensa mayoría de los medios occidentales que aclamaban el poder que el internet tenía en la instauración de la democracia en el mundo oriental.

Sin embargo, a diferencia de aquellos que auguraban en las redes sociales un contundente espacio con poder democratizador, el autor considera que esta perspectiva es acrítica y sirve de ejemplo de cómo “la tecnología, con su capacidad única de alimentar el celo consumista (considerado una amenaza por cualquier régimen autoritario), así como su habilidad para despertar y movilizar a las masas contra sus gobernantes, fue considerada el elemento liberador definitivo” (Morozov, 2011) cuando en realidad sólo esconde detrás la problemática de la distribución del poder digital.  En su perspectiva, la discusión va más allá de la digitalización de la economía y la inserción de la política a la esfera digital y trata, en realidad, sobre cómo toda la construcción y control sobre dicha digitalización no está en manos de la ciudadanía sino del poder privado mismo que se expande a la vez que se expande toda la esfera de lo digital.

Para el autor, esta situación crea un tipo de activismo ilusorio que denominó “slacktivism” (Morozov, 2009) como un tipo de participación que genera bienestar individual al brindar la ilusión de que unirse a grupos de Facebook o firmar peticiones electrónicas tiene un impacto significativo sobre los problemas reales, aunque en realidad no sea así. Para Morozov esta es la forma de activismo que predomina en las redes sociales. El otro lado de la moneda de este tipo de activismo está dado por la falta de politización creada también por las plataformas digitales y el exceso de estímulos e información a la que exponen a los usuarios.

Lo que Evgeny Morozov propone es una mirada crítica a la participación social real dentro de la construcción de las agendas tecnológicas, impulsa a abrir la discusión sobre la relación entre tecnología y política pues el internet es una fuerza demasiado fuerte que no debe ser tomada a la ligera, por lo tanto el diseño de política pública no puede hacerse lejos de una perspectiva crítica de la tecnología, el poder detrás de ésta y sus objetivos: “Discernir la influencia de las diversas partes interesadas en el futuro devenir político de la tecnología es una cuestión fundamental que toda democracia ha de afrontar”  (Morozov, 2011).

Impacto de su pensamiento en el mundo real

Es fundador de la plataforma de curación de contenido The Syllabus, una plataforma que apuesta por la “automatización artesanal” una forma de mostrar contenido seleccionado a los usuarios lejos de la lógica algorítmica, pues tiene como objetivo hacer una curación de noticias, contenido académico, artístico y cultural de forma personalizada y lejos del clickbait o lo que categorizan como “el ruido de las redes sociales”.

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