Eduardo Galeano
( 1940 - 2013 )
Letras y periodismo
Mundo Contemporáneo

En contexto

Eduardo Germán María Hughes Galeano, nació en Uruguay el 3 de septiembre de 1940. La familia de su padre era propietaria de campos, mientras que “la genealogía materna se remontaba al primer presidente de Uruguay” (López, 2016: 29).

Mapa de ubicación

AMÉRICA

URUGUAY

Bandera

Contexto intelectual

De acuerdo con Roberto López (2016), Galeano declaró que durante su infancia, quería ser santo o futbolista, sin embargo, al crecer se convirtió en ateo y anticlerical “pero no perdió la simpatía por Jesucristo”. A la edad de 14 años, después de haber pasado por una crisis que le llevó a ser hospitalizado comenzó su desarrollo profesional hacia el periodismo, así como a la literatura; a los 20 años fue secretario de relación del semanario Marcha en donde desarrolló escritos de la “intelectualidad de la izquierda”; a los 24 años, fue director del diario Época y a los 31, escribió una de sus más reconocidas obras: Las venas abiertas de América Latina publicada en 1971 (López, 2016).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

Eduardo Galeano a lo largo de su obra reflexionó sobre cuestiones diversas de la sociedad como el amor, la religión, el fútbol, las dictaduras, la economía política, el capitalismo y el colonialismo, esencialmente a partir de una visión política asumida desde la posición de los oprimidos en América Latina. Su obra se compone de poemas, prosas cortas, crónicas, ensayos y dibujos. En el año 2008, Galeano mencionó que “la democracia se encuentra amenazada por la mentira de quienes ejercen el poder”, pues éstos ven a la democracia como una “fuente de negocios privados”, en la que los representantes la utilizaran como medio para llegar a sus objetivos personales (Público, 2008).

Galeano reflexionó sobre la historia y la sociedad desde las relaciones de poder. Señaló: “hay todo un sistema de poder que trabaja de manera muy inteligente para convencernos de que las injusticias de la historia son fatalidades del destino” (Público, 2008), así entonces lo único que queda es que se acepte la historia y se sigan reproduciendo y aumentando las desigualdades existentes. 

Para Galeano fue importante reconocer que si bien ya se ha tenido un modo de continuar con el legado histórico, en términos de democracia ésta debe “aprender a decir la verdad y de una vez empieza a condenar la mentira o está condenada ella misma a mentir perpetuidad”. Galeano mostró que hay líderes que mienten todo el tiempo y que además no reconocen los diversos procesos históricos ocurridos, como los colonizadores en distintos países de América Latina y otra cuestión que como gobernantes están permitiendo que el capital financiero global se vea como “un gran casino mundial que son las bolsas, dominadas por los especuladores”, lo cual no es democrático, pues no todas las personas pueden acceder a esos beneficios.

Galeano pensó en el significado de la democracia a partir de diferentes recursos literarios, como el poema al que denominó “Qué bella es la democracia” en donde trata las elecciones presidenciales, que si bien aparentan ser democráticas, en realidad no se elige a quien mayor representación tenga, en donde solo un sector vota y la mitad de la población no lo hace; aborda la democracia a partir del reconocimiento de los otros países lanzando el cuestionamiento sobre “¿Por qué se llama América este país que es uno de los muchos países del continente americano?”; cuestiona diversos ámbitos de lo social como por ejemplo a dirigentes deportivos, jefes militares, sociólogos, psicólogos, en donde pareciera que todas estas disciplinas, ramas y movimientos quisieran actuar de una manera democrática y justa, cuando en realidad no es así y más bien eso que se llama democracia fuera desigual para las personas.

Una crítica fuerte hacia la democracia que realizara Galeano, fue cuando señaló, considerando la traumática experiencia de las dictaduras latinoamericanas, que “en el siglo XX se violaron la mayoría de los derechos humanos” (De Zubiría, 2015) puesto que la tortura comenzó a ser un método eficaz para obtener información y al mismo tiempo quienes la ejercen son quienes más poder tienen sobre las víctimas. Galeano escribió sobre las dictaduras en Guatemala de 1967, en Argentina de 1977.

Galeano consideraba que un derecho que no puede ser eliminado es el de soñar y pensar distinto, esta tesis, que por sí misma es controversial, ayuda a que otras personalidades puedan o bien refutar o estar de acuerdo, pues si bien cada persona es libre de pensar, esto no es posible si no se tiene acceso a la lectura crítica. Por ejemplo, Julián de Zubiría (2015) menciona que “una persona que todavía no domina la lectura crítica tiene graves limitaciones para interpretar la realidad material y simbólica”, por lo que quizá Galeano fue utópico al pensar que el libre pensamiento e interpretación propia podría ser una buena herramienta de emancipación democrática. 

Finalmente, en su penetrante análisis sobre la realidad que se vive en el sur de América Latina y que está retratada en su texto Las venas abiertas de América Latina, señala:

Los centuriones han ocupado el poder en función de una necesidad del sistema y el terrorismo de estado se pone en funcionamiento cuando las clases dominantes ya no pueden realizar sus negocios por otros medios. En nuestros países no existiría la tortura si no fuera eficaz; y la democracia formal tendría continuidad si se pudiera garantizar que no escapara al control de los dueños del poder. En tiempos difíciles, la democracia se vuelve un crimen contra la seguridad nacional –o sea, contra la seguridad de los privilegios internos y las inversiones extranjeras. Nuestras máquinas de picar carne humana integran un engranaje internacional. La sociedad entera se militariza, el estado de excepción deviene permanente y se vuelve hegemónico el aparato de represión a partir de un ajuste de tuercas desde los centros del sistema imperialista. Cuando la sombra de la crisis acecha, es preciso multiplicar el saqueo de los países pobres para garantizar el pleno empleo, las libertades públicas y las altas tasas de desarrollo en los países ricos. Relaciones de víctima y verdugo, dialéctica siniestra: hay una estructura de humillaciones sucesivas que empieza en los mercados internacionales y en los centros financieros y termina en la casa de cada ciudadano (Galeano, 2004: 350).

Impacto de su pensamiento en el mundo real

Los escritos de Galeano reflejan un profundo compromiso con la justicia social y la crítica a las estructuras de poder en América Latina. Por la diversidad de formatos en los que Galeano escribió -poesía, literatura, sociología- resulta complejo clasificarlo en una sola rama de saber, la mayoría de sus escritos son de corte literario y poético. Sin embargo sus ideas son críticas y socialmente comprometidas con temas como la desigualdad, la opresión, la resistencia así como los derechos humanos.

En una entrevista con Ana Delicado 2010,  se le pregunta sobre si se puede recuperar un funcionamiento democrático, a lo que Galeano responde que “… la democracia ha sido más formal que real en los procesos históricos latinoamericanos; y en las democracias, para que lo sean de verdad, no tienen que regir  relaciones verticales o jerárquicas, donde hay un mandón y un mandado. Tienen que ser horizontales, solidarias, entre iguales capaz de respetarse y reconocerse…”. 

Galeano considera que la auténtica democracia se alcanza cuando la ciudadanía puede deliberar sobre asuntos que les son vedados en un sistema representativo, como la economía. En este sentido, se puede apreciar cómo para Galeano “la democracia es un lujo del norte. Al sur se le permite el espectáculo, que eso no se le niega a nadie. Y a nadie molesta mucho, al fin y al cabo, que la política sea democrática, siempre y cuando la economía no lo sea” (2000: 81).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1 × 5 =