En contexto
Sun Yat-Sen, conocido como el padre de la China moderna, nació el 12 de noviembre de 1866 en una familia de granjeros pobres al sur de China. Recibió sus primeras influencias occidentales en una escuela de misioneros británica cuando su hermano lo trajo a vivir a Honolulu con él. Fue bautizado como cristiano en 1883 por un misionero. En 1892 se graduó del Colegio de Medicina de Hong Kong. Posteriormente, se interesó por los asuntos políticos y con la posibilidad de ponerle fin a la dinastía Quing que ocupaba el poder. Movido por estos intereses, fue líder del Partido Nacionalista chino. Influyó en la expulsión de la dinastía Quing en los años de 1911 y 1912; durante este mismo periodo fue el primer presidente provisional de la República de China (Yi Chu Wang, 2019).
A pesar de su salida de la presidencia, Sun se mantuvo activo en la vida política de su continente. Durante los años de 1914 a 1916 vivió exiliado en Japón a causa de los conflictos que su activismo político le trajo. Entre 1918 y 1920 vivió semirretirado en Shanghai, aprovechando este tiempo para trabajar en sus intereses intelectuales que también fueron de carácter político en su mayoría. Sun no abandonó la vida pública del todo y murió el 12 de marzo de 1925 producto de un cáncer hepático cuando se encontraba en Pekín en un viaje de negociaciones (Sung Yat-Sen, s. f.).
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Contexto intelectual
En general Sun Yat-Sen fue un apasionado de la cultura occidental. De acuerdo con Wells (2001), al proponer su propio modelo de democracia, Sun Yat-Sen se influyó del filósofo Jean-Jaques Rousseau sobre todo mediante su lectura de El Contrato Social. Además, este filósofo recuperó algunas ideas de Confucio que pudieran ser entendidas como democráticas (p. 74).
Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia
La obra en la que Sun Yat-Sen se ocupó de la reflexión en torno al concepto de la democracia es Los tres principios del pueblo (1924). El principal propósito de esta obra es altruista, puesto que con ella el filósofo y estadista buscó dejar un programa político que fuera capaz de crear la felicidad en la nación de China. Este proyecto no fue concluido del modo en que a él le hubiera gustado, ya que se encontraba enfermo de cáncer en fase terminal (Wells, 2001, p. 61). Las ideas del filósofo chino no deberían parecernos lejanas o ajenas, puesto que fue un gran estudioso de la cultura occidental, llegando a adquirir conocimientos envidiables. Así, su concepción de democracia recupera muchos conceptos de la filosofía política moderna.
Para que una democracia sea posible se tienen que cumplir algunas características. La primera es que el pueblo y la soberanía estén vinculados, de modo tal que el resultado de este vínculo sea un poder popular que sea de y para el pueblo. La segunda característica de una democracia, de acuerdo con Sun Yat-Sen es que los reyes son innecesarios en su época y que por tanto la comunidad debería moverse hacia el republicanismo. En tercer lugar, sostuvo que la igualdad es un derecho natural del hombre:
Sun dibujó un diagrama para ilustrar cómo la sociedad fue artificialmente dividida en una jerarquía social con el rey en la cima y los plebeyos en el fondo. Las clases privilegiadas han sido crueles e injustas con las clases más bajas, quienes, por ser ignorantes, creyeron la enseñanza de que éstas tienen el derecho divino a gobernar. (Wells, 2001, p. 76)
Con base en lo anterior, podemos concluir que en una democracia las jerarquías sociales basadas en el derecho divino tienen que ser rechazadas y que la igualdad entonces consistiría en otorgar a todos los mismos derechos. Así también, en cuarto lugar, el filósofo consideró que toda democracia debe garantizar que sus ciudadanos gocen de los cuatro derechos populares: sufragio, revocación, iniciativa y referéndum.
Asimismo, Sun Yat-Sen explicó que China debía seguir la tendencia mundial hacia la democracia, pero evitando imitar el modelo occidental. En cambio, concibió el gobierno como una máquina que es controlada por el ingeniero que es la soberanía popular. Con estas cuatro condiciones cumplidas y con el ejercicio de la soberanía popular para operar la maquinaria gubernamental, es posible la democracia directa (Wells, 2001, p. 80).
Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico
Mediante sus doctrinas políticas condensadas en sus Tres principios del pueblo y en su Plan para la reconstrucción nacional, Sun Yat-Sen explicó los procedimientos básicos parlamentarios, atacó la creencia tradicional china de que saber es más fácil que hacer y trazó un grandioso plan para la industrialización de China. Sin embargo, su pensamiento político no fue su mayor fortaleza, si bien su obra fue aclamada por sus seguidores, fue conocido como el símbolo de la modernización china por su personalidad magnética y su dedicación en la búsqueda del poder. Además, sus conocimientos sobre la cultura occidental eran inigualables (Yi Chu Wang, 2019).
Fuentes de consulta
Sun Yat-Sen, (1974). The triple Demism (Paquale d’Elia, trad.). AMS Press.
Wells, A. (2001). The Political Thought of Sun Yat-Sen. Development and Impact. Palgrave Macmillan.
Yi Chu Wang. (2019). Sun Yat-Sen. Encyclopaedia Britannica Ver más.