Pablo González Casanova
(1922 - 2023)
Sociología
Siglo XIX y principio del XX

En contexto

Pablo González Casanova y del Valle fue un abogado, sociólogo y crítico mexicano. Nació el 11 de febrero de 1922. Estudió la licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la maestría en Ciencias Históricas en el Centro de Estudios Históricos en El Colegio de México (COLMEX). A lo largo de su carrera ha ocupado diversos cargos públicos, tales como director de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales (ENCPyS), director del Instituto de Investigaciones Sociales y rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Haciendo un recuento de los acontecimientos históricos más relevantes que influyeron en su vida, pensamiento y carrera profesional, podemos destacar, en primer lugar, la consolidación del Sindicato de Trabajadores de la UNAM en la década de los 70, evento durante el que ocupó el cargo de Rector de la universidad. En segundo lugar, destacaremos, el levantamiento Zapatista de 1994, movimiento social sobre el que ha teorizado, incluso llegando a ser nombrado comandante del EZLN en 2018. En tercer lugar, vivió de cerca la huelga universitaria de 1999, ya que que formaba parte de la UNAM como Director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias Humanidades (CEIICH); cabe señalar que renunció a su cargo en protesta contra la entrada de la Policía Federal Preventiva para reventar la huelga (Mandujano, s.f.).

Además, llegó a ser profesor de prestigiosas universidades, como Cambridge. Fue condecorado en 2003 por la UNESCO y ha recibido numerosos doctorados honoris causa por importantes universidades mexicanas como la Universidad Autónoma de Querétaro, la Universidad Autónoma de Sinaloa y la Universidad Nacional Autónoma de México. (Mandujano, s.f.). Falleció el 18 de abril de 2023.

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Contexto intelectual

Pablo González Casanova fue alumno de algunos de los grandes maestros del exilio español durante sus años como universitario. Él mismo reconoció que sus dos grandes maestros fueron José Gaos y José Miranda, de quienes se influyó durante la conformación de sus intereses intelectuales. También destacó las enseñanzas de otros profesores españoles como Manuel Pedroso, Ramón Iglesia, Rafael Sánchez Ventura, entre otros. Además, reconoció la influencia de Alfonso Reyes, con quien entabló amistad (Saladino, 2006).

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

La obra en que Pablo González Casanova examinó extensamente el tema de la democracia es su célebre La democracia en México. Además, reflexionó en otros lugares sobre la cuestión como en su texto La democracia de todos que presentó en el XXI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología en 1997, texto que analizaremos a continuación en busca de su pensamiento democrático.

En su texto nombrado La democracia de todos, Pablo González Casanova [1997] (2009) realizó un diagnóstico de tres de los tipos de democracias históricas diferentes y señaló por qué éstos son democracias excluyentes. Así, desde los comienzos de la cultura occidental hasta las sociedades contemporáneas, la democracia ha sido pensada en términos excluyentes: “Quienes construyen la democracia definen y delimitan el concepto y la realidad” (p. 213). Por ejemplo, la democracia de los griegos consideró que todos los hombres, libres, eran iguales, excluyendo a los esclavos y a las mujeres.

En su diagnóstico, González (2009), identificó un primer tipo de democracia proveniente de ‘la política liberal y conservadora’ de los siglos XVII y XVIII, que falló principalmente porque creó una ciudadanía que participa de vez en cuando, gobernada por órdenes oligárquicos que no atienden los intereses de la mayoría. El segundo tipo es la socialdemocracia, que en un principio comenzó con algunas conquistas importantes como el sufragio universal y ‘la participación de los obreros organizados en los gobiernos’; pero también terminó fracasando, pues “aceptó pactar con los complejos empresariales, políticos y militares dominantes, para limitar la democracia y la justicia social” (p, 214). El tercer tipo de democracia está relacionado con movimientos nacionalistas revolucionario, “cuya rica expresión va desde Sun Yat-Sen y la Revolución China de 1905 hasta la Revolución Nicaragüense de 1979” (p. 215). Este modelo históricamente no proliferó porque en él ‘se mantienen y rehacen el caudillismo y el caciquismo autoritarios’. La crítica del sociólogo mexicano es clara, en la práctica los grandes proyectos democráticos no han conseguido estar a la altura de sus ideales:

En las estructuras representativas y participativas, la democracia difícilmente obedece a los modelos formales del liberalismo. Partidos, parlamentos, soberanías y autonomías –como en el liberalismo realmente existente– quedan sometidos a élites regionales y locales y a sus respectivas clases políticas. (González, 2009, p. 215)

A pesar de las numerosas fallas que encontró en los diversos modelos políticos que pretendieron ser democráticos, González Casanova (2009) no se mostró fatalista ante este panorama. En cambio, mostró que Cuba es una excepción de las fallas cometidas por los gobiernos marxistas-leninistas del siglo XX: “aunque el concepto de democracia se analiza cada vez más, todavía no ocupa el lugar que merece ni por sus aportaciones al pueblo cubano, no por lo que puede constituir como legado para el nuevo proyecto de democracia universal” (p. 218).

Además del ejemplo cubano, González (2009,) vio en el EZLN las posibles bases para un cambio en los modelos democráticos: “Sólo en un pequeño rincón del mundo, conocido como la Lacandona, un movimiento armado de indios mexicanos plantea el nuevo proyecto de democracia universal y con ironía lo llama ‘intergaláctico’” (pp. 218-219). Según el sociólogo desde el movimiento zapatista es posible pensar la ‘democracia de todos’, esto es, ‘una democracia universal, planetaria y no excluyente’. Así, es una tarea de las ciencias sociales el plantearse en qué condiciones sería posible la democracia universal:

Historia y proyecto plantearán los problemas de respetar los valores universales y el derecho a las diferencias y de crear redes de acción social y política con entidades autónomas capaces de autorregulación, de autorreparación, de auto adaptación, de autorréplica, de autorrecreación. Las entidades autónomas y las redes que integren deberán ser capaces de enfrentar y vencer los intereses que determinan los fenómenos de depredación, parasitismo, explotación, marginación, discriminación, exclusión, empobrecimiento y destrucción de los recursos naturales no renovables (y renovables), así como de las ‘cosas vivientes y autoconscientes’, a que los seres humanos quedan reducidos en un sistema mundial cosificador. Las redes de entidades autónomas y sus integrantes tendrán que dar prioridad a los peligros de mediatización y cooptación potencial de individuos y clientelas… Mantener una moral alta será tan importante como preparar a pueblos enteros a pensar y actuar con un pensamiento crítico y una voluntad férrea. Cuba y el nuevo despertar de los pueblos indios en nuestra América son dos grandes ejemplos al respecto. (González, 2009, pp. 221-222)

Para que esta reestructuración del orden político cumpla con el principio de factibilidad, es preciso que las ciencias sociales tomen en cuenta las realidades que estamos atravesando. Primero, dijo González (2009), vivimos en un mundo donde el colonialismo está dando el paso al imperialismo. Esta lucha tiene que darse a escala global para llegar a ser realizable, y si esto es así: “en ella seremos leninistas, hasta sin saberlo, cuando juntemos a los trabajadores y a los pueblos para defendernos, y seremos castristas, por voluntad propia y legado martiano o zapatista, para aprender a resistir” (pp. 225-226).

Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico

Pablo González Casanova gozó de un amplio reconocimiento en el terreno de las ciencias sociales. Como teórico hizo grandes aportes al estudio de las sociedades latinoamericanas del siglo XX:

Su trabajo más reconocido, La democracia en México, se ha vuelto ya un clásico de las ciencias sociales y se usa frecuentemente en las universidades, especialmente en clases de historia, teoría política, ciencias políticas, sociología, sociedad y economía. Con esta obra, González Casanova, atiende a uno de los problemas centrales de las luchas por la transformación del país; además, examina el sistema político mexicano en su totalidad; esclarece el grado de correspondencia existente entre el sistema y sus estructuras sociales. (Mandujano, s.f.)

Así, podemos constatar el valor e impacto de las ideas de González Casanova en la explicación de nuestros procesos democráticos y de nuestra sociedad.

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