Nació el 16 de septiembre de 1873 en San Antonio Eloxochitlán, un poblado en el estado de Oaxaca. Hijo de Teodoro Flores, quien era indígena y Margarita Magón, quien era mestiza. Durante los primeros años de la vida de Ricardo, la familia Flores Magón vivió en Teotitlán del Camino, un pueblo comunero cuyo origen se remonta a una época anterior a la conquista. Debido a esto Flores Magón no estuvo en contacto con el robo, la mendicidad ni las diferencias sociales hasta una edad más avanzada.
La influencia de su padre representó un gran peso en el carácter revolucionario de Flores Magón, pues desde muy pequeño lo acercó a las comunidades indígenas mediante el relato de sus actividades en comunidad (Abad, 2011). Tanto Teodoro, como Margarita habían peleado durante la Guerra de Reforma, del lado de Juárez y consideraban que era necesario seguir luchando por la justicia. Fue esta convicción la que guió su forma de educar a sus hijos (INEHRV, 1986)
En 1892, después de una protesta en contra de la segunda reelección de Porfirio Díaz junto otros estudiantes, fue arrestado. Gracias a la rápida respuesta del pueblo, se impidió que los agentes de Díaz vertieran un castigo peor que la prisión contra los estudiantes y estos últimos pudieran recobrar su libertad.
Un año después de estos acontecimientos, en febrero de 1893, se adhirió al periódico opositor El demócrata, el cual fue retirado de la circulación antes de los tres meses de haber sido fundado, teniendo como resultado el arresto de una gran parte de los redactores. Para su fortuna, Flores Magón logró evitar este destino (PT, 2016).
El 7 de agosto de 1900, resuelto a continuar con su lucha antiporfirista, lanzó junto a su hermano Jesús Flores Magón, el primer número de Regeneración, cuyo propósito era desnudar los vicios del régimen porfirista. En un intento de acallar el ruido político que este periódico generaba, ambos hermanos fueron arrestados.
La relación entre Flores Magón y Zapata se mantuvo saludable, pues a pesar de la evidente diferencia entre la ideología de Zapata y Flores Magón, estas quedaban debilitadas por la lucha existente con los poderes políticos reaccionarios. Zapata incluso ofreció otorgar todo el papel necesario a Regeneración con la única condición de que este fuera publicado en la zona controlada por él (Abad, 2011).
El 16 de marzo de 1918 la Junta Organizadora del Partido Liberal a través de un manifiesto firmado por Flores Magón y Librado Rivera, se dirigieron a los miembros del partido, los anarquistas del mundo y a los trabajadores exhortándolos a prepararse para tomar una participación activa en los acontecimientos generados a raíz de la revolución rusa.
Después de 4 años en una penitenciaría ubicada en Lavenworth, en el estado de Kansas en Estados Unidos, a la cual había sido sentenciado por la publicación del Manifiesto del Partido Liberal junto a Rivera, su salud se había ido deteriorando, durante las horas previas a su muerte se le pudo ver conviviendo con este último. A pesar de que no había nada que presentara indicios de su trágico desenlace, algunas horas más tarde fue encontrado muerto en su celda (PT, 2016).
Bandera
Comenzó sus estudios en la Escuela Nacional Primaria número 1 y posteriormente en la Escuela Nacional Preparatoria, dentro de la cual se presentaron sus primeros acercamientos a la filosofía occidental.
Posteriormente, en 1983 ingresó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, donde cursó tres años. Sin embargo, el impacto de su primer arresto llevó a Flores Magón a abandonar sus estudios y centrarse en su lucha contra la tiranía del régimen porfirista.
Podemos decir que el impacto de este arresto dio inicio a la radicalización de Flores Magón, misma que comenzó cuando se convirtió en aliado de los grupos liberales, posteriormente transicionando como liberal radical como consecuencia de las injusticias vividas a causa del régimen porfirista y finalmente se concretó cuando se convirtió en simpatizante del anarquismo, sin embargo, el magonismo no se presenta en un sentido “puro” sino que se podría definir mejor como ecléctico.
La primera influencia en su vida estuvo a cargo de su padre, Teodoro Flores, quien, decepcionado por la traición de Porfirio Díaz, inculcó a sus hijos el pensamiento crítico y relató la inconformidad ocasionada por la opresión y la miseria que el régimen del general Díaz ocasionaba entre la población.
Su formación intelectual tiene como base a Proudhon, Bakunin, Réclus, Kropotkin, Malatesta y Marx, a los que tuvo acceso mediante la biblioteca de su compañero correligionario Camilo Arriaga. No solamente estos autores tuvieron impacto en su ideología, los ideales de Benito Juárez, Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Guerrero, entre otros también fueron de gran importancia en la búsqueda de su desarrollo intelectual (Abad, 2011).
El pensamiento magonista surge en un momento donde el liberalismo es entendido como democracia y modernización, elementos clave en el proyecto nacional de la época. Para el pensamiento de Flores Magón, los problemas de la clase trabajadora son el punto de entrada para la toma de decisiones políticas fundamentales para el pueblo con la idea de la creación de una nación soberana, un gobierno democrático y un pueblo libre.
Flores Magón reinterpretó de manera acertada el pensamiento anarquista adaptándola a la realidad mexicana, específicamente en el aspecto de la coyuntura agraria de índole feudal por la que atravesaba el país en ese entonces.
Retomó y alentó el estado de naturaleza postulado por Rousseau “el hombre nació libre y por doquier se halla encadenado”.
Para Ricardo Flores Magón existen dos tipos de libertad: la política y la económica. La libertad política es aquella que está plasmada en la constitución y los códigos que de ella se derivan. Sin embargo, esta libertad no ha sido suficiente para una buena parte de los seres humanos. Es decir, esta libertad proclamada de manera formal en un papel no es equivalente a la libertad real.
Sin embargo, no es suficiente el poseer una libertad política, pues esta no resolvería el problema de hambre de las clases empobrecidas, es ahí cuando surge la figura de la libertad económica. Esta era entendida como la expropiación que debía hacerse de la tierra que había sido acaparada por las haciendas y las fábricas y de este modo poder convertirlas en propiedad colectiva y trabajarla en común.
Se habría de buscar una relación entre el campo y la ciudad para poder realizar el intercambio de los productos. En resumen, la libertad económica pretende cancelar los medios de explotación del hombre por el hombre, es decir, la eliminación de la propiedad privada de los medios productivos (Ortiz, 1997).
El capitalismo para Magón tiene como resultado la restricción de la libertad y quienes sufren las consecuencias de este resultado son las clases subyugadas. Aquellos que poseen libertad económica también pueden aprovechar la libertad política por lo que quiénes son realmente libres son las clases dominantes ya que fundan sus condiciones de existencia bajo las dos premisas libertad económica y libertad política.
Sin embargo, para Flores Magón en un escrito publicado en Regeneración expresaba su preocupación por el hecho de que la democracia había sido utilizada junto con otras tantas como una promesa de los políticos para ofuscar la razón del pueblo. Estos mismos políticos habían aplazado estas promesas para después de su triunfo y en realidad lo único que lograban era desviar al proletariado de su verdadera emancipación: la libertad económica (Regeneración, 1911).
De acuerdo con Ortiz, (1997) Flores Magón considera el derecho de existir, pues este derecho debe contener factibilidad. Es decir, el mero hecho de existir significa vivir una vida material e intelectual satisfactoria. En sus propias palabras:
“El derecho a la vida, o en otras palabras, el derecho a vivir, es, por lo tanto, el primero de todos los derechos, el derecho sin el cual no puede existir la especie humana, derecho que debe ser gozado en toda su plenitud, en toda su extensión, sin más obstáculo que el que oponga la naturaleza en los casos en que la inteligencia y los brazos del hombre no puedan dominarla: derecho que en ningún caso debe de ser restringido, menguado o negado por ningún hombre, pues restringirlo, menguarlo, o negarlo es tanto como atentar a la existencia de la especie humana” (Flores, 2014).
De acuerdo con PT (2016) los elementos dispares de los antecedentes de Flores Magón fueron los que dieron pauta a la forma en la que posteriormente se desarrolló su teoría y, por consiguiente, la forma en la que accionó, radicalizando año con año, hasta llegar a la utopía.
El activismo de Ricardo Flores Magón en la época porfirista tuvo sus primeras muestras en sus manifestaciones durante su época como estudiante. Posteriormente, llevó su descontento a manifestarse con su participación en El demócrata.
Su periódico Regeneración, surgido en 1900, el cual fue redactado junto con su hermano Jesús, ejerció tanto poder en el pueblo mexicano, que llevó a Porfirio Díaz y sus allegados a considerarlo de gran amenaza para el orden imperante en la época, pero a Flores Magón lo consagró como el cerebro más consciente y la voluntad más decidida en la lucha contra la tiranía del general Díaz.
El camino de este periódico continuó a pesar de haberse convertido en el periódico más perseguido de América. Sus redactores, Ricardo Flores Magón y su hermano Jesús, fueron encarcelados en un intento del régimen por acabar con el periódico, pero estos esfuerzos fueron en vano, pues el periódico continuó en circulación a pesar del encarcelamiento de sus cabecillas.
La participación de Flores Magón no sólo se limitó a la redacción del periódico Regeneración, sino que también participó en el periódico antirreeleccionista de caricaturas El hijo del Ahuizote y en el periódico Excélsior, el cual también se dedicaba a la realización de propaganda antirreeleccionista.
Tal era la amenaza que Flores Magón representaba para el régimen debido a su poder de convencimiento, que el 9 de junio de 1903, los tribunales pronunciaron un fallo que prohibió la circulación de cualquier periódico en el cual hubiera participado Ricardo Flores Magón, este fallo fue confirmado posteriormente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Abad de Santillán, D. (2011). Ricardo Flores Magón El apóstol de la Revolución. Argentina: Anarres.
Arias de la Canal, F. (1977). Flores Magón Poets Revolucionario. La revolución mexicana fue anarquista. CDMX: Imprenta Vega.
Ortíz Castro, I. (1997). Libertad y derecho a vivir en el pensamiento de Ricardo Flores Magón. Temas, 47 – 53.
Cámara de Diputados. (2009). Ricardo Flores Magón. 1872 – 1922. Ciudad de México, 777 – 788.