Mandela nació en el año de 1918 en Mvezo, Sudáfrica bajo el nombre de Rolihlahla Dalibhunga Mandela. Al igual que su padre, Gadla Henry Mphakanyiswa, jefe de Mvezo, su educación estuvo principalmente enfocada a ser consejero de los gobernantes de la tribu Thembu.
Como consecuencia de la posterior caída en desgracia de su padre y la pérdida de los ingresos que ser jefe de su comunidad le suponían, Mandela se vio obligado a mudarse al poblado de Qunu, junto a su madre, Nosekeni Fanny (quien era la tercera de las cuatro esposas de su padre) en donde pasó el resto de su infancia.
Con la muerte de su padre a los nueve años, se produjo un cambio radical en su vida, pues este era una de las grandes influencias para él. Al poco tiempo se trasladó fuera de Qunu, quedando al cuidado del regente de los Thembu, David Jongitaba Dalindyebo, quien lo acogió como una muestra de gratitud póstuma hacia su padre por los servicios que prestó para los intereses de su dinastía.
Durante su estancia en Fort Hare no solo se vio iniciado en un nuevo contexto intelectual, sino a una sofisticación social completamente nueva para él. Proveniente de un pueblo, la introducción a los patrones europeos provocó gran extrañeza durante sus primeros días, sin embargo, no tardó en acostumbrarse y adaptarlos a su vida diaria.
Durante su juventud, trabajó como vigilante de mina y como pasante de un despacho inmobiliario dirigido por judíos blancos. A pesar del aparente pensamiento liberal de este último lugar, es ahí donde se hizo más consciente de las distinciones por motivos de color prevalecientes en la época, tal como él mismo lo menciona en su libro El largo camino hacia la libertad de 1994.
Fue en 1963 cuando lo encarcelaron bajo la acusación de terrorismo por haber sido uno de los fundadores del Umkhonto we Sizwe (abreviado como MK) un grupo de organización armada que buscaba combatir la violencia con más violencia. Su encarcelamiento duró 27 años y fue puesto en libertad a finales de la década de los 80.
Fue investido presidente de la República de Sudáfrica el 9 de mayo de 1999 cargo que ostentó hasta junio de 1999. Falleció el 5 de diciembre de 2013 en Johannesburgo como consecuencia de una afección pulmonar que lo aquejaba desde finales de 2012.
Bandera
Inició sus estudios universitarios en la Universidad Fort Hare durante los años treinta, con la intención de estudiar leyes. Posteriormente se matriculó en la Universidad de Witwatersrand, lugar en el que se fortalecieron sus ideales políticos acerca de la lucha por la libertad.
Una de sus más grandes influencias fue Walter Sisulu, a quien había conocido durante la década de los años 40 a quien consideraba un hombre pragmático y con gran dedicación a la causa y quien alegaba que el Consejo Nacional Africano (por sus siglas CNA) era lo que Sudáfrica necesitaba para lograr el cambio.
También menciona como gran influencia a Anton Lembede, un Doctor en Arte y licenciado en derecho al que conoció en 1943 quien mantenía que África era un continente del hombre negro y dependía de estos reivindicar lo que era suyo por derecho, además de mostrar desprecio por el complejo de inferioridad de los africanos alegando que era el mayor obstáculo para la liberación.
Además, otra de las grandes influencias en su activismo fue el activista Mahatma Gandhi, alegando que haría cuanto fuera necesario para defender sus creencias tal como lo había hecho Gandhi.
Su interés por la liberación del pueblo africano surgió de la acumulación de experiencias relacionadas al racismo imperante en ese momento en Sudáfrica. Su camino comenzó con su unión al Consejo Nacional Africano (CNA) durante la década de los 40.
Inspirado por la firma de la Carta del Atlántico en 1941 por Roosevelt y Churchill, junto a los demás miembros del CNA firmaron la African Claims, que demandaba la ciudadanía plena para todos los africanos, así como sus derechos a la adquisición de tierras y la eliminación de las políticas segregacionistas.
Durante 1943 creó junto a otros miembros del CNA la Liga de la Juventud, la cual buscaría la obtención del apoyo de las masas y la captación de nuevos miembros para la organización, tomando como idea central la búsqueda del nacionalismo africano, la creación de una nación a partir de muchas tribus, el derrocamiento de la supremacía blanca y el establecimiento de un gobierno democrático.
Su ideología durante esta época estaba más enfocada a la corriente extremista del nacionalismo africano. A pesar de que estaba dispuesto a aceptar a mestizos e indios en la lucha, se mantenía escéptico a la idea de que estos pudieran estar en sintonía con los intereses de la causa.
Las elecciones de 1948 sentaron un precedente en el activismo que hasta ese entonces había llevado. Con la derrota del United Party frente al National Party, el apartheid, según sus propias palabras:
“Lo que hasta entonces había sido una verdad más o menos de facto iba a convertirse de manera inexorablemente en una realidad de jure.
[…]
El apartheid partía de una premisa: que los blancos eran superiores a los aficanos, los indios y los mestizos.” (Mandela, 1994).
Este buscaba implantar la premisa de la supremacía blanca postulando la idea de que el blanco debía de ser siempre el amo. Como respuesta a esto, junto a otros miembros de la liga juvenil del CNA durante ese mismo año lanzaron un llamado a los jóvenes patriotas para enfrentar la dominación blanca.
Durante 1949 presentaron el Programa de Acción, que llamaba a la lucha en pro de los derechos políticos mediante el boicot, la huelga, la desobediencia civil y la no cooperación.
Sin embargo, de acuerdo con Soto, (2019) la filosofía política de Mandela no es muy fácil de visualizar, en gran medida por la percepción de éste como un personaje sin ideología. A pesar de esto, es posible distinguir un cambio y proceso de maduración en su ideología a lo largo de su lucha, comenzando por su simpatía por el movimiento extremista y su posterior defensa de la antirracial Carta de las libertades.
La lucha por la libertad de Mandela estaba principalmente enfocada a la búsqueda del reconocimiento de los derechos de los sudafricanos. Su ideología panafricanista estuvo más acentuada durante su periodo presidencial, la cual buscaba que Sudáfrica se convirtiera en una nación que uniera a los países a pesar de sus diferencias.
Fue esta lucha la que logró que Sudáfrica se convirtiera en un país mediador con sus vecinos aledaños.
DE MARIA Y CAMPOS, M. (Septiembre de 2018). Nelson Mandela: su legado universal frente al racismo, la intolerancia y la exclusión social. Obtenido de Otros diálogos de el Colegio de México: https://otrosdialogos.colmex.mx/nelson-mandela-su-legado
Mandela, N. (1994). El largo camino hacia la libertad. Aguilar.
Soto Gómez, J. (17 de Julio de 2018). Nelson Mandela: un hombre y su legado en el panorama africano e internacional. Obtenido de Dialnet: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6715628