Juan Bosch
( 1909 - 2001 )
Política-Ciencia Política
Cactus de la democracia

En contexto

Juan Bosch fue un ensayista, novelista, historiador y ex presidente de la República Dominicana. Hijo de José Bosch Subirats, español de origen catalán y de Ángela Gaviño Costales, puertorriqueña. El joven Bosch, estudió hasta el tercer nivel de bachillerato, pero esto no le afectó en su formación como literato, puesto que el ambiente familiar estaba lleno de amor por las letras y desde temprana edad asistió a tertulias de poetas contemporáneos (Piña Contreras, s. f.).

Durante su juventud, vivió en Santo Domingo y trabajó en establecimientos comerciales; posteriormente, realizó viajes por España, Venezuela y algunas islas del Caribe. A principios de los años treinta, publicó su primer libro de cuentos, “Camino Real”, el ensayo “Indios, apuntes históricos y leyendas” y la novela “La Mañosa”, que reflejaban la doliente realidad social dominicana. En sus obras y personajes, Bosch también reivindicaba las tradiciones populares y hacia notar la valentía y dignidad del pueblo (Cadelier, 2014). Esta situación le valió adquirir renombre entre la escena intelectual de su país. La notoriedad del joven Bosch no agradó al régimen encabezado por Rafael Trujillo, dictador de la República Dominicana, por lo que recibió acusaciones de terrorismo (Piña Contreras, s. f.).

En 1935 se casó con Isabel García Aguiar, y los tres años siguientes, trabajó en la Dirección General de Estadística, pero luego de que Trujillo, ante la sospecha que despertaba su creciente influencia intelectual, le propusiera hacerse diputado, emprendió el exilio a San Juan, Puerto Rico en 1938. El escritor dominicano aprovechó su tiempo en el exilio para continuar dedicándose a la creación literaria, además de que fundó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1939, cabe mencionar que, desde la fundación de dicho partido, Bosch comenzó a dedicar más tiempo a la actividad política que a la literatura. En 1943, luego de divorciarse de Isabel García, contrajo matrimonio con Carmen Quidiello. Por otra parte, su estancia en La Habana fue un giro muy importante en su vida, dado que obtuvo aún más notoriedad como intelectual y dado que allí emprendió una campaña anti-trujillista, motivo que le valió ser expulsado de Cuba:

En 1950 Bosch es ya una figura de dimensión latinoamericana. Había sido consejero del presidente cubano Carlos Prío Socarrás, se había relacionado con los presidentes Betancourt, Gallegos, Figueres, Arévalo. Su obra circulaba por toda América. Sin embargo, la presión de Trujillo al gobierno de facto de Fuigencio Batista en Cuba le obligó a refugiarse en Costa Rica. Por presiones de Somoza, dictador de Nicaragua y amigo de su homólogo dominicano, se vio obligado a refugiarse primero en Bolivia y luego en Chile. Mientras en Santo Domingo, sus padres, su hermano y familiares cercanos eran objeto de la más vil represión con la finalidad de amedrentarlo. (Piña Contreras, s. f., párrafo 15)

Como podemos notar, por el pasaje anterior, Bosch adquirió gran notoriedad en Latinoamérica, y, los años siguientes a su expulsión de Cuba, se dedicó a viajar por lugares como París, Bruselas y Viena, donde encabezó actos políticos que sirvieron como denuncia la dictadura de Trujillo en República Dominicana; también viajó a Israel, y, finalmente, optó por regresar a Cuba, pero ya allí fue hecho prisionero; logró escapar y refugiarse en Venezuela, para luego irse a Costa Rica donde trabajó como docente. Allí se encontraba cuando Trujillo fue asesinado, por lo que era momento de regresar a su país.

Tras casi 24 años de exilio, Bosch regresó a Santo Domingo en calidad de presidente del PRD, allí, realizó una exitosa campaña electoral que culminó con su triunfo, con casi 60% de las votaciones, en las elecciones presidenciales. Sin embargo, la presidencia de Bosch sólo duró siete meses, pues fue derrocado en un golpe de Estado cívico-militar, o, en otros términos, la voluntad del pueblo no había sido respetada y una vez más Bosch tuvo que exiliarse. Sobre este episodio, Bosch escribió Crisis de la democracia de América Latina en la República Dominicana (1964), y, para ese momento, ya había alcanzado tal notoriedad internacional que varios de sus cuentos fueron traducidos al ruso.

Durante su segundo exilio, Bosch emprendió nuevos viajes que fueron de vital importancia para el desarrollo de su pensamiento político, ya que, por ejemplo, estuvo en contacto con países socialistas de la época como Corea del Norte, China, Vietnam y Camboya, esto contribuyó a cambiar su visión del mundo (Piña Contreras, s. f.).

En 1970 regresó a Santo Domingo, donde se abstuvo de participar en las nuevas elecciones presidenciales y optó por dedicarse a la formación de los nuevos militantes del PRD por medio de folletos de historia y métodos de organización. Sin embargo, el PRD, fundado por Bosch, comenzó a oponerse a sus nuevas concepciones políticas, y, en consecuencia, tuvo que renunciar, por lo que en 1973 fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

El periodo comprendido entre 1973 y 1996 fue intelectualmente fructífero para el dominicano, ya que se dedicó a crear las bases teóricas del recién creado PLD, además de que realizó su conocido análisis acerca de la historia y las clases sociales dominicanas. Conforme pasaron los años, el PLD fue adquiriendo más notoriedad dentro de la vida política dominicana y Bosch contendió un par de veces más por la presidencia, en 1978 y en 1990, sin éxito. Luego de esto, determinó que era momento de que fueran los jóvenes que él mismo había formado quienes participaran en la vida política, y, así, el 30 de junio de 1994, día que coincidió con el cumpleaños 87 de Bosch, Leonel Fernández fue elegido presidente de la República Dominicana (Piña Contreras, s. f.). Murió el 1 de noviembre de 2001, en Santo Domingo, recibiendo los honores correspondientes en el Palacio Nacional, dado que es un expresidente; fue enterrado en su ciudad natal (Juan Bosch: Presidente, s. f.).

Mapa de ubicación

AMÉRICA

REPÚBLICA DOMINICANA

Bandera

Contexto intelectual

En esta sección, nos centraremos en dos momentos decisivos en la vida intelectual de Juan Bosch, a saber, sus primeros años, en los que, como veremos, estuvo fuertemente influido por el ambiente familiar, y, por otro lado, su periodo como pensador político, en el que nos enfocaremos en ver cómo la historia dominicana, sus viajes y relaciones marcaron el rumbo de su pensamiento.

En primer lugar, destaca el hecho de que el joven Juan Bosch creció rodeado de amor por las letras, y, aunque sus estudios formales sólo llegaron al tercer grado de bachillerato, fue uno de los literatos latinoamericanos más notables del siglo XX. El siguiente pasaje nos da cuenta de cómo fueron los primeros acercamientos de Bosch a la literatura:

En primer lugar, la cultura de su abuelo, Juan Gaviño, así como el amor a los buenos libros y la sensibilidad social de su padre, José Bosch Subirats, que determinaron luego su inclinación por la literatura. De niño siempre le llevaron a las tertulias del escritor cubano-dominicano Federico García-Godoy en el parque de La Vega, estuvo presente en el recibimiento que se hizo en su ciudad natal al poeta español Francisco Villaespesa en 1920. Se le hablaba de la intervención militar norteamericana a su país en 1916 y de los acontecimientos políticos internacionales. Ese marco familiar le llevó a manifestar su inquietud de escritor desde muy temprano. Esa inquietud artística se manifestó, primero, a través de la escultura, y luego del cuento y la poesía. (Piña Contreras, s. f., párrafo 11).

Ahora bien, como ya se ha dejado ver en nuestra sección histórico-biográfica, Juan Bosch realizó numerosos viajes a lo largo de su vida, cosa que lo influyó intelectual y políticamente, sobre todo durante sus temporadas como exiliado, pues aprovechó el tiempo para ejercitar la reflexión en torno a la política y la democracia en República Dominicana. Aquí, quisiera destacar un pasaje que ilustra su desenvolvimiento intelectual luego del golpe de Estado que lo derrocó de la presidencia:

Los años que van de 1966 a 1973 marcan un período de reflexión político-ideológico para Juan Bosh. Las obras que publicará en lo sucesivo así como sus relaciones con países socialistas dan cuenta de esa evolución política: El Pentagonismo, sustituto del imperialismo, traducido a más de doce idiomas, la polémica tesis de Dictadura con respaldo popular, los viajes a Yugoeslavia, Rumanía, Corea del Norte, China, Viet-Nam y Camboya. Este es un período rico en gráficas y documentos. Se trata de años de estudios y de reflexión que: transformarán su visión del mundo. (Piña Contreras, s. f., párrafo 21)

Así, podemos ver que Bosch realizó estudios importantes tanto en literatura como en política y que sus principales influencias las obtuvo de manera directa, es decir, a partir de sus relaciones familiares y con líderes políticos de izquierda de la época.

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

Para exponer aquellas aportaciones que Bosch hizo a la historia de la democracia, recuperamos el diagnóstico que hizo sobre la decadencia y corrupción de los regímenes políticos en América:

Militares privilegiados y corrompidos hasta el tuétano, castas de primera pugnando por tomar el poder de manos del dictador de turno para continuar el goce del presupuesto nacional y otras riquezas ilícitas, un clero aliado con los intereses más reaccionarios de la nación e interviniendo en la política, una incipiente clase media indefinida que, al igual a la clase alta, leal únicamente a los dólares y sin fe en sus tierras y en sus hombres; y, al final, una inmensa masa de campesinos y obreros, analfabeta, sin tierra y sin trabajo, explotada y envilecida, cuya opinión no cuenta por constituir para los de arriba ‘la chusma, la gentuza’. Agréguense a los factores anteriores el aumento de la efervescencia revolucionaria izquierdista y su contrapartida; el aumento de la intervención de la embajada norteamericana. (Rodríguez Cruz, 1965, pp. 58-59)

Como podemos notar, la desigualdad social que imposibilita el ejercicio de la democracia es estructural y, peor aún, todo intento que hagamos por reformar nuestros sistemas políticos hacia terrenos más justos entran directamente en conflicto con intereses económicos de oligarquías nacionales y de súper potencias extranjeras (p. ej. los Estados Unidos). En consecuencia, a lo largo del siglo XX, los diferentes intentos por instaurar una democracia efectiva en América Latina se vieron acosados por agentes tanto internos como externos y, en muchos de los casos, derrocados (como lo fue Juan Bosch en su fugaz presidencia).

Por otro lado, consideramos relevante hablar de la praxis democrática de Juan Bosch. Lo primero a tener en cuenta es que uno de los grandes logros de su corta administración fue la promulgación de una nueva constitución, cosa que implicaba el desarrollo en términos democráticos de la República Dominicana. En segundo lugar, aunque Kennedy afirmó que la República Dominicana era un ejemplo potencial de democracia, hay que tener en mente que la visión boschiana de la democracia es diferente de la norteamericana. Bosch no creía que el modelo impulsado por los Estados Unidos pudiera ser copiado, sin más, en Latinoamérica (Bosch, 2006).

En cambio, Juan Bosch entendió la democracia como un sistema político sostenido por la voluntad de todos los sectores de la sociedad, en el que todos los individuos comparten por igual la responsabilidad de ser ciudadanos. Sin esta voluntad general, la democracia está condenada al fracaso. Encontramos ejemplo de esto en el caso de la República Dominicana, pues, las clases opulentas, quienes conspiraron para derrocar a Trujillo (asesinándolo), lo hicieron con el objetivo, no de instaurar una democracia, sino de sustituirlo y pasar a ser ellos quienes gobernaran tiránicamente, enriqueciéndose a costa del pueblo. En todo caso, es claro que para Juan Bosch la democracia no se entiende como un mero sistema de reglas o instituciones que garantizan libertades fundamentales y elecciones, por el contrario, para él la democracia es la creación de una sociedad independiente y sin corrupción. (Bosch, 2006).

Impacto de su pensamiento en el mundo fáctico

Con base en todo lo expuesto en las secciones anteriores, para, finalmente, aproximarnos al legado de Juan Bosch, explicaremos tres razones por las cuales éste se distinguió de otros líderes latinoamericanos de su momento. Primero, destaca el hecho de Bosch se preocupó por fundamentar teórica e ideológicamente su acción política. Segundo, se comprometió con la formación continua de quienes lo seguían. Finalmente, es notable que Bosch institucionalizó su pensamiento político por medio de la creación, primero del PRD y luego del PLD, ambos partidos mayoritarios en la actualidad dominicana (Agosto, s. f.).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

two × 4 =