Gramsci nació en el año de 1891 en Cerdeña, Italia en una familia compuesta por siete hijos que, si bien pertenecía a la clase media del lugar, se vio enfrentada a dificultades económicas desde que él era pequeño. Su padre fue encarcelado en 1898, por lo que desde muy joven comenzó a trabajar. Este evento, aunado a su precaria salud desde niño, marcarían gran parte de su pensamiento como político y filósofo.
Su filosofía tuvo grandes influencias de su hermano mayor Gennaro, quien fue el primero de la familia en volverse socialista. Éste compartía con Antonio la prensa socialista, que leyó por primera vez cuando tenía 13 años. A los 19 años comenzó sus lecturas de Marx y se matriculó, posteriormente, en la Facultad de Letras de Turín, en filología moderna. Durante estos años fue sostenido por una pequeña beca que no alcanzaba a cubrir todas sus necesidades y vivió nuevamente en carne propia, el hambre y el frio derivados de la escasez económica.
Respecto a los siguientes años de su vida, Izaguirre (2010), refiere que Gramsci fue testigo de la gran huelga turinesa del automóvil, lo cual impulsó su pensamiento hacia la noción de la alianza de clases, la cual se construye a partir del campesinado con la clase obrera industrial. “A partir de este suceso, es posible declarar su pensamiento completamente socialista, se convirtió en periodista y en 1921 fomentó la institución del Partido Comunista Italiano y trabajó para la III Internacional Comunista en Moscú y Viena” (p. 156).
En 1924 regresó a Italia para unirse a la oposición contra la dictadura de Mussolini, quien ganó ampliamente las elecciones. Por su parte, Gramsci fue elegido diputado por Venecia y tuvo la oportunidad de enfrentar verbalmente a Mussolini en el Parlamento. Es a partir de ese momento, el dictador lo identificó como enemigo, por lo cual, cuando en 1926 fueron disueltos los partidos políticos y suspendidas las garantías constitucionales y la inmunidad parlamentaria, Gramsci fue detenido y recluido en la cárcel.
Fue durante este periodo carcelario, que realizó sus escritos más productivos y elaboró una obra teórica dada a conocer a través de 32 cuadernos, conocidos como los Cuadernos de la cárcel. Antonio Gramsci murió el 27 de abril de 1937, a los 46 años, enfermo de tuberculosis.
Bandera
Antonio Gramsci se vio influenciado por las obras de Hegel, Marx y Engels, así como los textos de Lenin. También se observa en su obra un importante influjo del historiador y político Benedetto Croce (Izaguirre, 2010).
Gramsci en su obra El estado y el socialismo (1919), señaló que el comunismo no está contra el “Estado“, e incluso se opuso a los anarquistas y anarcosindicalistas, considerando que su objetivo era contrario a las postulaciones del socialismo. Asimismo, refirió que “lo que imprime a la historia el ritmo del progreso […] son las densas masas de los obreros de clase, los férreos batallones del proletariado consciente y disciplinado” (Gramsci, 1919, apartado I); dando a entender la importancia de la unión social para la mejora del Estado.
Gramsci (1919), defendió también que toda la tradición liberal es contraria al Estado y, posteriormente, en 1924, en la tercera serie de “Ordine Nuovo” analizó la función de los soviets los cuales consideró como un elemento fundamental de la Revolución Rusa, pues prepararon a las masas para una participación amplia y profunda en el poder.
Una de las principales aportaciones de este pensador, fue la diferencia que realizó entre los grandes intelectuales de la burguesía, quienes impedían que se produjera una alianza entre el campesinado pobre y la clase obrera industrial; y los intelectuales orgánicos del proletariado, quienes desarrollarían su propia ideología y concepción del mundo, su partido político y sus organizaciones sociales (Leal, 2019).
Gramsci tuvo una visión integral sobre el Estado la cual se encontraba basada en la comprensión de las relaciones estatales como un campo de disputa en el que son entrecruzadas las distintas dimensiones históricas, lingüísticas, sociales, políticas, culturales, ideológicas y económicas. En estas dimensiones participan cada uno de los grupos, clases, colectividades e individuos que impulsan dichas relaciones y su papel de éstos influye en la definición del poder estatal (Ávila, 2017, p. 447).
De acuerdo con Leal (2019), Gramsci consideraba que los terrenos donde las masas podrían enfrentar y resolver dificultades eran en la voluntad y la conciencia; por lo cual resultaba necesario extender la democracia haciendo desaparecer los factores coercitivos.
La “filosofía de la praxis” de Gramsci se define por la idea de que el vínculo entre teoría y práctica aporta recursos para sortear el desorden intelectual o moral y actuar correctamente. Esta “filosofía de la praxis” alude a la importancia de la acción a través de la toma de decisiones con determinación, con talento, responsabilidad y teniendo como horizonte los principios de esta filosofía. Con Gramsci se cierra una forma de ser en el seno del movimiento obrero. Su reflexión funge como un importante intento de recomposición del marxismo como pensamiento práctico (Vargas-Machuca, 2016).
Ávila, O. (2017). La influencia del pensamiento marxista de Antonio Gramsci en la concepción sobre el Estado de René Zavaleta Mercado. Kavilando, 9(2), 321-574. Descargar
Gramsci, A. (1919). Estado y socialismo. L´Ordine Nuovo. Ver más
Izaguirre, I. (2010). Reseña de “Vida de Antonio Gramsci” y “Antología. Antonio Gramsci”. Revista del Programa de Investigaciones sobre Conflicto Social, 3(3), 151-161. Ver más
Leal, A. (2019). Gramsci. Autoediciones.
Vargas-Machuca, R. (2016). Gramsci según Gramsci, y Gramsci según Podemos. Revista de Libros: Ver más